Como si de una estrategia pactada se tratara, los 500 millones de euros que llegaron a inyectar los fondos en posiciones cortas en el Banco Popular -cuando alcanzaron máximos del 12% del capital un mes antes de la venta al Banco Santander- coinciden prácticamente con la cantidad invertida en las últimas semanas en esta operativa contra Bankia. En este caso, el equivalente a casi el 4% de su capital.
A diferencia de los motivos que atrajeron a los bajistas al Popular, la razón que está detrás de este aumento de posiciones especulativas en Bankia obedece, según los analistas consultados, a los reiterados anuncios del ministro de Economía, Luis de Guindos, de vender, antes de que acabe el año, otro paquete de acciones del Estado en la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri.
El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) ostenta el 66% del capital de Bankia y está obligado a completar la desinversión en poco más de dos años, en diciembre de 2019.
Confianza intacta en el proyecto
Nada que ver con las razones que respaldaban esta operativa en el Popular. Lo preocupante, según estos analistas, es que esta inversión a la contra sobre Bankia fuera consecuencia de la falta de confianza en el proyecto.
No van por ahí los tiros, y de no haber sido por los anuncios reiterados de De Guindos, estas posiciones cortas no se hubieran duplicado en poco más de tres meses, desde el 1,92% que amasaban a principios de junio al 4% que certificará la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en la próxima actualización de estas posiciones.
Descuento asegurado si hay venta
En este caso, además, estos fondos oportunistas juegan sobre seguro. Como suele ser habitual en estos procesos de venta de acciones, el precio que ponga sobre la mesa el Estado, a través del FROB, conllevará un ligero descuento, de entre el 3% y el 5%, sobre la última cotización, de cara a incentivar la compra por parte de los inversores institucionales. Suponiendo que la oferta del Estado se produjera ahora, con Bankia cotizando a 4 euros, el precio de venta estaría en torno a los 3,8 euros. Este miércoles cerraba en 4,086 euros.
No obstante, el asunto no está claro para Bankia. Dos meses después de que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) -que ostenta la titularidad de las acciones- contratara al banco japonés Nomura para asesorar en el proceso de desinversión, sustituyendo a Goldman Sachs, que se había ocupado del tema hasta ahora, la acción de Bankia sigue sin remontar el vuelo.
Bankia, anclada en 4 euros
Se confiaba en que el tirón de la fusión con BMN comportara subidas consolidadas, pero no ha sido así. Al menos, de momento. En las dos semanas siguientes al 27 de junio, fecha en la que Bankia y BMN anunciaron la operación para fusionarse, la entidad financiera presidida por Goirigolzarri subía en bolsa un 14% hasta rozar los casi 4,6 euros.
Fue un espejismo. Desde entonces, el valor ha entrado en una senda descendente que le llevaba a cotizar por debajo de 3,9 euros el pasado 7 de septiembre. Y en ese umbral de los 4 euros parece haberse instalado. Evidentemente, no por voluntad propia, sino por el papel que están jugando los fondos oportunistas con la toma de posiciones cortas.
Lejos del precio de la primera privatización
A precios comparables -toda vez que el 5 de junio Bankia materializaba un contrasplit, agrupando cuatro títulos antiguos por uno nuevo-, el único paquete vendido por el FROB, en febrero de 2014, se hizo a 6 euros, y permitió ingresar 1.304 millones por el 7,5% del capital.
Un precio que estaría lejos de alcanzar antes de esa fecha tope para la desinversión total del 31 de diciembre de 2019. Ni esos euros ni tampoco los 5,4 euros, el mínimo con el que el Estado obtendría plusvalías con la desinversión. Son precios que Carlos Jaureguizar, director general de la consultora Noesis, descarta para un periodo de 3 o 4 años.
Pesimismo en la última recomendación
Este martes, Infobolsa recogía la última recomendación sobre Bankia de la consultora de análisis financiero dirigida por Jaureguizar. Y lo hacía en el sentido de mantener el banco en ‘neutral-bajista’.
“No creemos que Bankia vaya a retroceder al entorno de los 2 euros de junio de 2016, pero tampoco vemos que sea capaz de superar los 4,75 euros a medio plazo. En julio, cuando alcanzó los 4,6 euros se topó con un muro infranqueable para los inversores”, explicaba Jaureguizar a EL ESPAÑOL la razón de su recomendación. Y puestos a recomendar comprar acciones de Bankia, desde Noesis manejan un margen de entre 2,8 y 3,2 euros, con lo que todavía quedaría recorrido a la baja.
AQR al frente del arreón especulativo
Y en esas están los fondos especulativos que, en los últimos tres meses, se han volcado en pedir prestados títulos a los accionistas para devolverlos en un plazo determinado, y, en el ínterin, venderlos a un precio y recomprarlos a otro más bajo. Se trata de algunos de los viejos fondos que pusieron contra las cuerdas al Banco Popular, entre ellos AQR Capital Management.
En Bankia, este fondo acaba de acreditar contar a corto el 1,3% de su capital. Había entrado en mayo de 2015, con el 0,5%, pero no se movió hasta mediados del pasado abril. Dos años inmóvil para, en los últimos 5 meses, casi triplicar esta posición.
Marshall Wace también lleva a corto en Bankia desde hace tiempo. Desde octubre de 2014, y, como AQR, no fue hasta el pasado abril cuando decidía aumentar la posición bajista. De momento, lo ha hecho de manera discreta, hasta un máximo del 0,9% en julio. Discovery Capital y Viking Global son los otros dos fondos que han superado el umbral del 0,5% a corto en Bankia.