La entidad, que ha desechado participar en las dos operaciones de concentración bancaria en territorio nacional este año (Bankia-BMN y Santander-Popular), considera que la consolidación entendida como solución a los problemas de solvencia puede darse por acabada en el sector. A su juicio, a partir de ahora las entidades tendrán que centrarse en ganar escala para reducir costes.
¿Nuestro foco está ahora en el crecimiento orgánico¿, ha explicado Guardiola, quien también ha hecho hincapié en el impacto de la transformación digital en el sector. ¿Es una gran oportunidad, con cambio de tecnologías que permiten a los bancos dar un salto en lo que pueden ofrecer a los clientes¿.
La entidad está preparando un nuevo Plan Estratégico hasta 2020 con la idea de normalización del cost of risk tras el esfuerzo de provisiones realizado por la entidad en los últimos años. También la normalización del balance en volumen de activos improductivos, así como en los tipos de interés. El objetivo del Plan es entrar en una rentabilidad sobre fondos propios de doble dígito, tal y como ha explicado el directivo.
El directivo también se ha referido en el escenario de `batalla competitiva¿ al que se enfrenta el sector, en un momento en el que también empiezan a surgir dudas sobre el alcance de la regulación y su posible exceso. Guardiola considera que ¿estamos en un momento de gran presión regulatoria, que tiene que ver en parte con la dificultad de hacer, precisamente, un nuevo marco regulatorio¿.
A su juicio, se está pidiendo al sector financiero que sea más rentable, al mismo tiempo que se impone un esfuerzo de inversión en costes grande para la adaptación regulatoria. El directivo estima un coste del 0,50% para la entidad por las nuevas normas contables, pero asegura que ¿en cifras de capital va a dejar al banco en una posición más confortable que en 2016¿.