La crisis institucional que sufre España debido al movimiento independentista en Cataluña está provocando un tsunami que afecta de lleno a la economía nacional: desplome de la Bolsa, empresas y bancos que trasladan su sede social o inversores internacionales que miran con lupa dónde llevar a partir de ahora su dinero.
En medio de esta situación, EL ESPAÑOL ha querido tomar la temperatura en Andalucía, una de las regiones claves en España tanto en el ámbito político como económico. Para ello, ha organizado en Sevilla, junto con Caja Rural del Sur, Antea Prevención y Fundación Cruzcampo, el I Foro Innovación y Emprendimiento en Andalucía, el cual ha contado con la intervención de algunos de los principales empresarios, banqueros y directivos de esta comunidad autónoma.
Miguel Ángel Uriondo, jefe de Economía y Empresas de EL ESPAÑOL, ha lanzado la pregunta que sobrevuela entre la mayoría del empresariado: ¿la coyuntura actual puede provocar la huida de compañías con sede en Cataluña e inversiones hacia otros territorios, como Andalucía?
Todos los ponentes han coincidido en que no contemplan un escenario con una Cataluña independiente, pero subrayan que Andalucía está preparada para aprovechar cualquier oportunidad que se presente.
“Hace cuarenta o cincuenta años, teníamos aquí una importante industria textil que se deslocalizó hacia Cataluña, pero ahora estamos preparados para recuperarla”, ha ironizado Antonio Gallego Jurado, presidente de Grupo Ybarra y director general de Migasa, el mayor grupo aceitero del mundo por facturación. En cualquier caso, señala que “una cosa es trasladar una oficina, algo que se puede hacer en unos días, y otra cosa muy diferente es un complejo industrial”.
Por su parte, Dámaso Quintana, presidente del grupo cordobés Cunext (uno de los líderes europeos en transformación de cobre), se ha mostrado crítico con todo lo que está sucediendo pues, en su opinión, “los localismos en un mundo global son absurdos; no tengo dudas de que en el marco europeo seremos mucho más fuertes que en uno regional”.
En esta línea ha incidido Francisco Arteaga, director general de Andalucía y Extremadura de Endesa, quien, además, opina que “ser atractivos o no para atraer inversiones debe ser una estrategia a largo plazo, no algo coyuntural”.
Joaquín Caro Ledesma, presidente de Antea, una de las grandes firmas de prevención en España, va más allá y ni siquiera contempla un escenario con una Cataluña independiente: “Es algo que no concibo, ni siquiera me lo planteo. Soy optimista por naturaleza y en este asunto también lo soy. Hemos estado en situaciones peores. Tenemos que recordar, por ejemplo, que durante la Transición las partes antagónicas llegaron a ponerse de acuerdo. Además, no hace mucho tiempo el porcentaje de independentistas era muy pequeño”.
Igualmente optimista se ha mostrado José Luis García-Palacios Álvarez, presidente de Caja Rural del Sur, entidad que ha acogido la jornada, en la que también han colaborado la Cámara de Sevilla, ATA Andalucía, CECA, Ceacop y Feicase.
“La situación de España es tremendamente complicada, pero debemos aprovechar las oportunidades que se presentan”, señala García-Palacios, quien destaca que hay que “poner de relieve lo que se hace en Andalucía, donde hemos logrado cierta estabilidad jurídica y política”.
La internacionalización, reto ineludible
Al margen de lo que sucede en Cataluña, los ponentes han analizado los puntos fuertes y débiles de esta región y todos ellos coinciden en que la internacionalización es un pilar prioritario. Sólo entre enero y julio (últimos datos disponibles), las exportaciones andaluzas superaron los 18.000 millones de euros, con un incremento interanual del 20,1%, porcentaje que más que duplica la media nacional (9,1%) en dicho periodo.
El presidente de Cunext se ha mostrado convencido de que hay que dar el salto exterior, pero matiza que para ello es necesario tener cierto tamaño, pues “los clientes globales piden proveedores globales; si no puedo hacerlo, buscarán a otro”.
Unas palabras que corrobora Antonio Gallego, quien recuerda que el sector del aceite de oliva se ha convertido en uno de los grandes “embajadores de España”, país que lidera esta industria a nivel global. Aún así, advierte de que las exportaciones están creciendo a un ritmo inferior con respecto a otros ejercicios. “No sólo pasa en el exterior, sino que también sucede en España, donde el aceite de oliva ha reducido las ventas, mientras que el de girasol ha crecido un 26%”. Por ello, reclama a todas las administraciones públicas que apoyen a este sector, al igual que a otros que son claves para la economía nacional.
Reivindicaciones a las Administraciones
Precisamente, el papel de los diferentes gobiernos (estatal, autonómicos y locales) ha sido uno de los pilares sobre los que ha pivotado la jornada.
Francisco Arteaga, de Endesa, defiende la puesta en marcha de medidas de apoyo para actividades fundamentales para Andalucía, como el turismo o la agroalimentación. Dentro de su sector, lamenta la falta de una red de transporte que permita impulsar las energías renovables. “Nuestra región goza de una potencialidad única, gracias a las horas de irradiación solar que existen. Otro tanto sucede con el viento. Sin embargo, otros territorios están creciendo más que nosotros debido a que tienen mejores infraestructuras”.
En la misma línea se manifiesta el presidente de Cunext, quien recurre a dos ejemplos para ilustrar las diferencias entre unos países y otros: “En un sector como el nuestro en muy difícil competir con naciones de nuestro entorno como Alemania, porque sus costes energéticos y financieros son mucho más bajos. En otras zonas menos desarrolladas la situación es aún peor. Como ejemplo, estamos estudiando levantar una fábrica en Arabia y allí el Estado nos subvenciona un 50% de la inversión y recibimos otro 25% a través de créditos blandos. A todo ello se añade una mano de obra que es mucho más barata en comparación a la de aquí”.
“Nuestras instituciones deben saber con quién competimos, porque no lo hacemos en igualdad”, señala rotundo.
Falta de espíritu emprendedor
Para concluir, Miguel Ángel Uriondo ha destacado que una de las claves para que los países sean competitivos en el futuro es la creación de empresas tecnológicas y, en este sentido, lamenta que las start-ups andaluzas se están quedando fuera de las principales rondas de financiación para este tipo de firmas.
El problema, según el presidente de Grupo Ybarra y director general de Migasa es que “hace falta imprimir una cultura emprendedora y para ello es fundamental que la mentalidad para ser empresario se inculque desde pequeño”.
Este reto es algo que se ha marcado la Fundación Cruzcampo. Su presidente y director de Relaciones Corporativas de Heineken España, Jorge Paradela, subraya que esta entidad “centra su interés en el emprendimiento, en el desarrollo del talento, como una manera de ofrecer oportunidades a las nuevas generaciones. En los últimos años, hemos hecho una apuesta decidida por atender las demandas del momento, que no son otras que el empleo, la promoción del talento y el emprendimiento”.
Según Paradela, “Andalucía necesita apoyar a los jóvenes emprendedores, dado que el emprendimiento es el factor fundamental para recuperar el número de empresas y el nivel de empleo en nuestra región”.
Una opinión que ratifica el presidente de Caja Rural del Sur, José Luis García-Palacios Álvarez, quien señala que es cierto que “necesitamos que haya más emprendedores con ganas de montar su propio negocio”, pero también lanza un mensaje de optimismo: “Un reciente informe refleja que, entre 2013 y 2017, en Andalucía se ha duplicado hasta el 7,2% la cifra de jóvenes que están dispuestos a crear una empresa. Ese es el futuro”.