Ante la posibilidad de que el Parlament de Cataluña haga una declaración unilateral de independencia, Banco Sabadell, para proteger los intereses de clientes, empleados y accionistas, ha trasladado a la capital alicantina su domicilio social, lo que supone que pagará allí algunos impuestos, como el de Actividades Económicas (IAE).
El banco que preside Josep Oliu reunió ayer a su consejo de administración en sesión extraordinaria para aprobar este cambio, que según los estatutos de la entidad no requiere de la aprobación de la junta de accionistas.
El Sabadell asegura que seguirá desarrollando su actividad "con absoluta normalidad" en todos los territorios en los que está presente, bajo la supervisión del Banco Central Europeo (BCE) y la regulación de la Autoridad Bancaria Europea.
De hecho, los servicios centrales de la entidad seguirán en Cataluña, aunque a partir de ahora las juntas de accionistas deberán celebrarse en Alicante, ciudad en la que el Sabadell tiene uno de sus principales centros operativos fuera de Cataluña, ya que era allí donde se ubicaba la sede de la antigua CAM, que el grupo adquirió en subasta en 2011.
"El traslado de domicilio social no comporta movimiento de empleados, por cuanto sabéis que la entidad cuenta con sedes corporativas y operativas en diversas ciudades de España y del Reino Unido", subraya el grupo.
El banco ha enviado un comunicado interno a sus trabajadores para agradecerles su compromiso para trasladar a los clientes y a la sociedad en general que esta decisión se enmarca en su objetivo de "priorizar la sostenibilidad de las relaciones a largo plazo y ser un proveedor de servicios financieros que basa la gestión del negocio en la profesionalidad, la confianza y la proximidad".