El proyecto se prevé que esté en funcionamiento a finales del próximo año, con una capacidad de tratamiento de 317 toneladas por año.

Nace como consecuencia de la tecnología de estabilización y encapsulado desarrollada por Mayasa a escala de laboratorio en el proyecto Mersade, puesto en marcha por esta empresa en colaboración con el CIEMAT-CSIC y la Universidad de Castilla-La Mancha, como respuesta al reglamento comunitario sobre el mercurio aprobado en 2008.

Esta tecnología presenta "importantes ventajas competitivas" sobre otras técnicas que se desarrollan en Europa, al ser la única que solidifica el producto final, según explica SEPI, que añade que ha recibido el apoyo y muestras de interés de empresas e instituciones, incluido el propio Parlamento Europeo. El reglamento europeo prohíbe el almacenamiento temporal de mercurio líquido a partir de 2023.

Otras ventajas de este proyecto frente a la competencia son la elevada capacidad de almacenamiento temporal inmediato de mercurio, 2.300 toneladas, y un servicio integral que incluye todas las etapas del proceso, desde el transporte, tratamiento, solidificación y almacenamiento definitivo. Asimismo, supone una gran ventaja el hecho de obtener un residuo limpio y de baja peligrosidad, ha informado la SEPI en un comunicado.

Con la prohibición por la UE del uso de mercurio el próximo mes de diciembre en la industria cloro-álcali, hay 5.700 toneladas de este metal procedentes de las plantas europeas, de las que 1.200 se encuentran en plantas españolas, y que necesitarán ser tratadas. Además, existen otros sectores que generan mercurio, que también habrá de ser tratado. En España se generan 54 toneladas al año.