En ese periodo del mes, tan solo se mudaron a Cataluña 38 empresas, lo cual deja un saldo negativo de 662 compañías. El flujo de traslados, entre ellos los de algunas empresas catalanas emblemáticas, se aceleró por el temor a los efectos de una hipotética independencia de la región.

En la semana anterior al 9 de octubre, fecha en la que el presidente catalán Carles Puigdemont iba a declarar en el Parlament en medio de rumores sobre una proclamación de independencia, se acumuló el mayor número de salidas, situando al número de traslados a otras regiones de España en 219.

La lista de empresas incluye algunos nombres señeros com los de CaixaBank, Banco Sabadell, Gas Natural, Abertis y Grupo Planeta.

El número de salidas podría aumentar, no obstante, en un clima de nerviosismo por el vencimiento del ultimátum del Ejecutivo central para que el Govern se pronuncie sobre sus planes de independencia y las medidas que puedan adoptarse dentro del artículo 155 de la Constitución.

El impacto económico de la incertidumbre política lleva afectando a las bolsas durante semanas, forzando además al Gobierno español a rebajar el lunes en tres décimas su previsión de crecimiento para 2018.