El golpe independentista de Cataluña fue este jueves una sombra insidiosa que pretendió empañar la gala del segundo aniversario de EL ESPAÑOL. Pero su director, Pedro J. Ramírez, iluminó el panorama recordando la necesidad de referencias y ejemplos en el momento actual como los que suponen los premiados. Rafael Nadal, Florentino Pérez y, a título póstumo, el héroe de Londres, Ignacio Echeverría, son auténticos "leones" que han dado ejemplo en estos tiempos de incertidumbre.
Pues bien, las decenas de empresarios de primer nivel que se dieron cita en el Teatro Real de Madrid, se refirieron también en términos elogiosos a otros "leones" que también están marcando camino: las empresas y entidades que se han visto obligadas a abandonar Cataluña por el golpe soberanista y en defensa de sus clientes, depositantes o abonados.
La gala del segundo aniversario de EL ESPAÑOL tuvo como grandes protagonistas a algunos de los primeros ejecutivos de nuestro país como el presidente de Mapfre, Antonio Huertas, acompañado de su vicepresidente, Antonio Núñez Tovar; el presidente de KPMG, Hilario Albarracín; el vicepresidente de Samsung Celestino García; el presidente del Consejo Consultivo del Banco Sabadell, Francisco Vallejo; el director general de Coca-Cola, Juan Ignacio de Elizalde; el presidente y consejero delegado del Grupo Hafesa Urquijo, Alejandro Hamlyn, y el director de Comunicación Corporativa y Marketing Institucional de Telefónica, José Luis Gómez Navarro, entre muchos otros. Estas compañías y otras, como Kia o El Corte Inglés, patrocinaron el evento.
Asimismo, estuvieron presentes directivos de empresas como el Santander, Inditex, Iberdrola, ACS, Acciona, EY, Unicaja, Ibercaja, Caixabank, Ikea, Toshiba, Pescanova, Carrefour, Quirónsalud, Crédito y Caución, Farmaindustria, Robert Bosch, Bankinter, Ifema, Mercadona, Audipasa y muchas más.
Los empresarios especularon en los corrillos espontáneos que se formaron antes y después de la entrega de galardones, sobre cuáles son los siguientes pasos que se verán obligados a dar y sobre cuál será el impacto real del desafío de Puigdemont y los radicales independentistas sobre la vida económica catalana y española.
El principal temor: saber cómo seguirán evolucionando las ventas, que en algunos sectores, como el de la electrónica de consumo, se han visto muy sacudidas. En tiempos de incertidumbre hay menos tráfico de clientes en los puntos de venta catalanes y los ciudadanos contienen el gasto.
También había mucha preocupación sobre lo que está por venir. Los cambios de sede han sido el primer paso. Ahora viene la segunda parte. El traslado de la actividad productiva de las compañías; o al menos, de la parte core del negocio.
Se trata de reducir a la mínima expresión la presencia en Cataluña para garantizar el futuro de la empresa, sobre todo en el caso de las empresas reguladas.
Pero también preocupa el hecho de que los movimientos sociales alentados por los grupos independentistas -que se declaran directamente anticapitalistas- impidan la normal actividad económica.
Una oferta que no podrán rechazar
El propio Pedro J. Ramírez apuntó en su discurso otro de los temas de la noche: la megaoferta de ACS/Hochtief para hacerse con Abertis y que supera drásticamente la presentada por el grupo italiano Atlantia.
Si bien Florentino Pérez recogía su galardón por su gestión deportiva al frente del Real Madrid, a nadie se le escapaba el hecho de que ACS, la empresa que preside, venía de hacer una demostración de fuerza sobresaliente para comprar el coloso de las concesiones de infraestructuras.
Abertis es una de las cientos de empresas catalanas expulsadas por Puigdemont, ofreciendo 2.000 millones más que la competencia. Hochtief ha dejado claro, además, que tiene las espaldas anchas y que aún podría subir más el precio en caso de ser necesario.
Cebrián y otras polémicas
Entre los comentarios de la noche hubo tiempo para hablar de Juan Luis Cebrián y el final de su periodo de treinta años al frente de Prisa, que se producirá en pocos meses, una vez la compañía de medios complete su ampliación de capital de 550 millones. La guerra de poderes en la compañía, con el expresidente de Telefónica, César Alierta, guerreando por ganar peso en la empresa.
Por supuesto, hubo tiempo para hablar de deporte, no en vano los asistentes tuvieron ocasión de ver juntos a figuras del deporte como el premiado Rafa Nadal y las estrellas del Real Madrid Zinedine Zidane, Sergio Ramos, Marcelo y Sergio Llull. Por no hablar de Anabel Medina, capitana de la Copa Federación de Tenis.