La norma de contabilidad modifica significativamente el mecanismo de reconocimiento de provisiones ante potenciales pérdidas por incumplimientos de pago por parte de familias y/o empresas receptoras de financiación. De hecho, IFRS 9 cambia el criterio de provisionamiento desde el reconocimiento de pérdidas una vez que se ha incurrido en ellas a tener que provisionarlas desde el mismo momento en que se concede la financiación con base en una pérdida esperada.
Según un documento elaborado por el departamento de análisis de BBVA, más allá de mejorar la estabilidad financiera, realizar provisiones sobre pérdidas esperadas podría presentar una serie de deficiencias. "Puede amplificar, más que reducir, las fluctuaciones cíclicas", advierte.
En este sentido, BBVA Research, que recoge información de las principales entidades españolas a diciembre de 2016, avisa de que "el reconocimiento temprano de pérdidas puede poner a algunos bancos al límite de la insolvencia desde el punto de vista contable", un efecto que podría agravarse "todavía más" si se implementa un ejercicio de estrés durante una recesión.
"Aunque el impacto no es muy grande, sigue siendo relevante y debería ser monitorizado, particularmente por las autoridades macroprudenciales", recomienda el departamento de análisis del banco que preside Francisco González.
BBVA Research estima que el impacto IFRS 9 será más intenso en las entidades que utilizan modelos IRB para evaluar el riesgo de crédito --BBVA, Bankia, Popular, Santander, Sabadell, Bankinter, CaixaBank--, que en las que utilizan un enfoque estándar --Kutxabank, Ibercaja, Unicaja, Cajamar, Abanca y BMN--, si bien cree que estos últimos incurrirán en mayores costes operativos para adaptarse a la nueva normativa.
A pesar de que el impacto de IFRS 9 será limitado para la banca española en su conjunto --de entorno a 67 puntos básicos sobre la ratio de capital CET 1 del sistema en su conjunto durante su implementación--, el departamento de análisis del 'banco azul' cree que será muy heterogéneo entre cada entidad particular.
IMPACTO DE 200 PUNTOS BÁSICOS SOBRE CET 1
De hecho, BBVA Research estima que la implementación de la nueva norma contable en el marco de una recesión económica supondría un impacto negativo superior a 200 puntos básicos sobre la ratio de capital CET 1 para cuatro entidades españolas, de las cuales dos verían reducida esta ratio por debajo del 9%.
Una de estas entidades podría ser Banco Popular, recientemente adquirida por Santander, puesto que se incluye entre los bancos del estudio, aunque BBVA Research no se pronuncia sobre entidades concretas.
El resto de entidades españolas, según los cálculos del análisis, sufriría un impacto sobre la ratio de capital CET 1 que se situará por debajo de los 200 puntos básicos o incluso por debajo de los 50 puntos en "unas pocas".
"Si bien se ha argumentado que el reconocimiento temprano de las pérdidas tiene algunas ventajas en términos de estabilidad financiera, los efectos cíclicos pueden reducir o incluso eliminar estos beneficios", concluye BBVA Research, que recomienda implementar una serie de medidas que mitiguen los efectos cíclicos de IFRS 9.