Las empresas que integran la patronal eléctrica Unesa -Endesa, Iberdrola, Gas Natural Fenosa, EDP España y Viesgo- registraron en 2016 un beneficio neto de 3.432 millones de euros, lo que representa un incremento del 21% con respecto al ejercicio anterior.
Según consta en la Memoria Estadística-Informe Eléctrico de la patronal, la facturación en 2016 de las grandes eléctricas alcanzó los 18.951 millones de euros, lo que representa una caída del 11,7% con respecto a la registrada en 2015, como consecuencia de la disminución del precio del mercado mayorista eléctrico.
Por su parte, las inversiones en activos eléctricos de las empresas asociadas a Unesa se mantuvieron en línea con el nivel alcanzado en 2015, llegando hasta los 2.315 millones de euros.
El consumo neto de energía eléctrica en España en 2016 se situó en 238.493 millones de kilovatios hora (kWh), un 0,7% por encima del ejercicio anterior. Este nivel de consumo, en términos absolutos, se situó entre los valores históricos de 2003 y 2004, tras las caídas de años anteriores ejercicios, señaló Unesa.
Por su parte, la producción eléctrica estimada de España alcanzó el año pasado los 262.104 millones de kWh y experimentó una disminución del 2,2% con respecto a los 267.936 millones de kWh producidos en 2015.
Esta bajada de la producción, frente a la subida de la demanda, se debe al incremento de las importaciones de energía eléctrica, hasta alcanzar un saldo importador de unos 7.700 gigavatios hora (GWh).
La demanda máxima del sistema peninsular alcanzó los 40.489 megavatios hora (MW), cifra que se situó un 11% por debajo de la máxima histórica, alcanzada en 2007. Por primera vez, esta punta se produjo en periodo estival.
Por su parte, la participación de las energías renovables en el 'mix' generador se situó en torno al 39% y la generación libre de emisiones superó el 60%.
POTENCIA INSTALADA DE 105.308 MW, UN 0,9% MENOS
Mientras, la potencia eléctrica instalada en España a finales de 2016 fue de 105.308 MW y experimentó una disminución del 0,9% con respecto a los 106.224 MW del año previo, lo que supuso una disminución neta de 916 MW.
Así, apenas se produjeron incorporaciones de nuevas plantas al parque generador, mientras que se dieron de baja 932 MW correspondientes a centrales térmicas de carbón.