¿Qué es el blockchain? ¿Para qué puede servir? ¿Cómo puede afectar su tecnología a grandes industrias? ¿En qué cambiarán los mercados financieros con la irrupción del bitcoin y las criptomonedas? ¿Hay que hacer una nueva regulación? ¿Es una burbuja? Muchas son las preguntas en torno a estas nuevas tecnologías.
Algunas de esas cuestiones fueron respondidas este martes en el debate organizado por EL ESPAÑOL junto a Banco Sabadell y las compañías eToro y Bitnovo, donde divulgadores, empresarios y expertos coincidieron en señalar su potencial, pero también en alertar de los riesgos.
¿Qué es el blockchain?
La principal pregunta que surge: ¿Qué es realmente el blockchain? Montse Guardia, directora de Digital Challenge de Banc Sabadell, se encargó de arrojar luz. Se trata de una estructura tecnológica que sirvió como base para la criptomoneda Bitcoin. ¿Cómo se hizo? “Blockchain cambia la estructura de punto a punto en las comunicaciones en internet; le coloca criptología y junto a la minería de datos se constituye una base muy robusta encima de la cual podemos programar lo que necesitamos”, explica.
En este contexto, se encuentran los smart contracts que no son más que “instrucciones de código muy simples” con las que se simplifican muchos de los procesos. “Por ejemplo si queremos llegar a un acuerdo de un negocio en concreto podremos diseñar nuestro ‘smart contract’ y hacer un negocio cruzado sin un gran desarrollo informático”, explica.
La blockchain no dejan de ser libros contables distribuidos que garantizan que cualquier transacción entre dos o más personas se realice de forma confiable y segura sin necesidad de intermediarios.
El acceso al sector financiero
Sobre esta tecnología (‘cadena de bloques’) se pueden construir desde criptomonedas como Bitcoin hasta todo tipo de servicios o productos en el futuro. Respecto a la primera, todos coinciden en cómo cambiará el panorama y qué implicaciones tendrá. “Surge de la necesidad de los 4.000 millones de personas que no tienen acceso al sistema bancario”, apunta Félix Moreno de la Cova, economista y experto en Bitcoin.
Ese mayor acceso a los servicios financieros en el futuro es una de las grandes bondades que señalan los expertos (en búsqueda de Google, los países donde más crece blockchain son Nigeria o Ghana).
La especulación con el bitcoin
Uno de los aspectos que estuvo sobre la mesa en el debate fue la especulación en torno a las criptomonedas. Y en especial sobre Bitcoin, la que cuenta con la comunidad más extensa detrás. Esta semana, después de haber superado el umbral de los 6.000 dólares, se intercambiaba por 5.700 dólares (en enero apenas rozaba los 1.000). En el último año, según explicaba Bloomberg, creció un 825% (las acciones de las puntocom crecieron más del 680% desde el arranque de 1996 hasta el estallido de la burbuja en marzo del año 2000).
Hoy, estas cifras le dan un valor de mercado de más de 90.000 millones de dólares (hay en circulación en torno a 21 millones de bitcoins en el mundo). Aunque sigue estando lejos de muchos gigantes tecnológicos, compañías del sector financiero como American Express (81.000 millones) y Paypal (84.000 millones) están por debajo de esa barrera.
Como aseguraba Tali Salomon, ejecutiva de cuentas senior de eToro, la red de trading social, la carrera es “inmensurable” y reconoce que el rendimiento de los que han invertido es “muy grande”.
“Esta explosión de interés es en gran parte especulativo… veremos lo mismo que en las puntocom: una gran explosión de creatividad, con muchas oportunidades para ‘brokers’ y plataformas de negociación y de ahí surgirán los gigantes, aunque por el camino caerán miles”, explicaba Moreno de la Cova, quien reconoce que hay un “alto riesgo” en todo esto pero “mucho interés en lo que puede surgir”.
Pese a ese fuerte crecimiento, queda por ver qué pasará en los próximos años. “El gran capital está por entrar”, apunta Adriá Aguadé Estivill, fundador y consejero delegado de UbiCrypto, encargado de formación en inversión en este sector.
¿Cómo debe ser la regulación?
Más allá de la especulación, hay diferencias de criterio entre los actores respecto a la regulación de la actividad de Bitcoin y la blockchain. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y los bancos son partidarios de que existan reglas del juego. En nombre de la primera, Ramiro Losada, economista senior del organismo supervisor, que forma parte del comité europeo que analiza el futuro de la contabilidad distribuida, asegura que la seguridad jurídica en las transacciones y la protección a inversores no deben cambiar. “Otra cosa es la adaptación a la nueva tecnología; si hay que hacer algún cambio, se tratará de hacer”, apunta.
¿Y en el lado de la banca? “Lo que hizo Satoshi -fundador de bitcoin- ya ha madurado; tenemos que hablar de 2017, capitalizar lo aprendido y, con la vista puesta en 2025, ver cómo nos vamos a mover, cómo se moverá bitcoin y cómo vamos a crear la economía digital del futuro”, explica Montse Guardia, quien recuerda que la actividad de esta criptomoneda está regulada en Japón, mientras que otros países, como Israel, ya están en ello.
Al otro lado están quienes miran a la regulación con cierto recelo. “La regulación debe ser accesible y no podemos cumplir las mismas reglas que las de la ampliación de capital de un banco”, apuntaba Marcos Vallés, fundador de Megavatio Control, una compañía que desarrolla Green Energy Tracker, que sirve para certificar las garantías de origen de la energía renovable.
Otros usos: electricidad o industria
Más allá de los usos relacionados con las criptomonedas, durante los últimos años se han ido descubriendo potenciales destinos de la tecnología detrás del blockchain. Uno de ellos es, precisamente, el de la energía. Sobre Green Energy Tracker, Vallés explica cómo se trata de "un mecanismo con el que se puede verificar que una empresa está produciendo energía renovable".
Pero no es el único. En otras industrias, esta tecnología también permite encapsular datos y hacer mucho más trazables todos los procesos. Montse Guardia pone el ejemplo de la aeronáutica: “Voy a poder controlar todas las etapas de mantenimiento de piezas del avión; voy a saber dónde está, cuándo lo han reparado, quien fue el que hizo la última reparación…”, apunta.
Esa mayor trazabilidad incrementará el control en la gestión del dinero de lo público o, incluso, removerá los cimientos de profesiones como la de notario. “Estos y otros intermediarios no desaparecerán, pero sí evolucionarán”, apunta Guardia, quien señala que, precisamente los notarios, así como los abogados, forman parte también del consorcio Alastria creado por las grandes empresas para crear su propia red semipública de blockchain, y han mostrado gran interés.
Alastria supuso un elemento de mucho debate. ¿Debe ser pública la blockchain o puede generarse una red "para miembros" que garantice la resiliencia del sistema". Guardia, al menos, lo tiene claro: "No puede pasar como con Blackberry, si lo utilizamos las empresas no puede caerse".
Futuro y riesgos
De cara al futuro, hay quien alerta de los riesgos. Antonio Gonzalo Vaca, fundador del grupo de discusión Etherum Madrid, recuerda lo dicho por Vitalik Buterin, programador y cofundador de Etherum (una evolución de Bitcoin): “Esto es un Alpha, ni una beta; esto mañana explota y a mí no me busquéis”.
Más allá del desarrollo tecnológico, hay voces que llaman a aprovechar esta innovación para colocar a España en una posición de salida y no quedar retrasados. “Es una oportunidad brutal para posicionar a España en este sector en esta nueva ola de transformación”, explica Alex Preukschat, miembro de la organización Blockchain España.
El acto contó con la colaboración y difusión de Ametic, Blockchain España, Adigital, Ethereum Madrid, bitcoiner.today y AvalBit.