GM afirmó que en el tercer trimestre tuvo que asumir un cargo total de 5.400 millones de dólares por la venta de Opel/Vauxhall al grupo francés PSA.
Sin contar estos costes, los beneficios de sus operaciones existentes se redujeron a 115 millones de dólares, un 95,8 % menos que en el mismo periodo de 2016.
En los nueve primeros meses del año, los beneficios netos de GM se han reducido a 1.287 millones de dólares, una caída del 83 %, mientras que el Ebit ajustado se sitúa en 9.759 millones, un 4,7 % menos que en 2016.
En el conjunto del tercer trimestre, el fabricante automovilístico tuvo unos ingresos netos de 33.600 millones de dólares, un 13,5 % menos que hace un año.
Por regiones, Norteamérica generó 2.068 millones de dólares de ganancias antes de intereses e impuestos, una reducción del 42,2 %.
Pero la situación en Suramérica mejoró con unas ganancias de 52 millones de dólares, frente a los 118 millones de pérdidas del mismo periodo en el ejercicio anterior.
El resto del mundo, excepto Europa, englobado en la unidad de Operaciones Internacionales, ganó 337 millones de dólares, un aumento del 53,1 %.
El brazo financiero de GM, General Motors Financial, aumentó sus beneficios a 310 millones de dólares.