Hace un año, cuando en la lista figuraba también el Popular, los seis mayores bancos españoles lograron un beneficio neto conjunto de 9.845 millones de euros, un 4,5 % inferior al de un año antes.
Entre enero y septiembre de 2016 buena parte de los bancos españoles vieron cómo su beneficio se contraía, aunque en el conjunto pesó mucho la caída del Banco Popular, cuya cuentas se redujeron un 66 %.
Pero este año el incremento de beneficios es la norma, y una vez que Bankia ha presentado sus cuentas de los nueve primeros meses, las grandes entidades financieras españolas han logrado un beneficio neto conjunto de 11.339 millones de euros.
Por volumen de beneficios el Santander se sitúa en primera posición con 5.077 millones de euros, un 10 % más que un año antes, tras destinar 515 millones de euros a cargos extraordinarios, que incluyen los gastos de integración del Banco Popular, adquirido el pasado 7 de junio tras la intervención de la entidad.
Superada la absorción del Popular, el banco que preside Ana Botín reconoció en la presentación de sus resultados que la crisis de Cataluña podría afectar al negocio bancario y se notará en los beneficios del conjunto del año, aunque aún es "pronto" para saber el impacto que tendrá en la economía española, según explicó el consejero delegado del grupo, José Antonio Álvarez.
Por detrás del Santander en volumen de beneficios se sitúa el BBVA, que ganó 3.449 millones de euros entre enero y septiembre de 2017, prácticamente lo mismo que en todo el año pasado, y un 23,3 % más que en idéntico periodo de 2016.
Estos resultados obedecen, en palabras del consejero delegado, Carlos Torres, a la fortaleza de los ingresos recurrentes, al control de los gastos de explotación y a la reducción de los saneamientos, así como al negocio en México, verdadero "motor" de las cuentas del BBVA.
En el país norteamericano, el BBVA logró un beneficio neto de 1.616 millones de euros, un 15,3 % más, frente a los 1.061 millones que obtuvo con su actividad bancaria en España.
En porcentaje CaixaBank es la que en mayor medida ha mejorado sus beneficios -un 53,4 %-, con 1.488 millones de euros, el mejor resultado de la historia del grupo en los tres primeros trimestres, gracias a la integración del banco portugués BPI.
La entidad, que recientemente ha trasladado su sede social y fiscal de Barcelona a Valencia debido a la crisis política en Cataluña, logró también su mayor beneficio trimestral, con 649 millones entre julio y septiembre, un 48,7 % más que en los tres meses anteriores.
A continuación, por volumen de resultados, figura Bankia, que en los nueve primeros meses del año ganó 739 millones de euros, un 1 % más que un año antes, gracias al dinamismo del negocio y al descenso tanto de los gastos como de las dotaciones a provisiones por la bajada de la morosidad.
En un comunicado, el consejero delegado, José Sevilla, destaca que Bankia tiene "más clientes, más vinculados y más satisfechos, que compran más productos de valor añadido", al tiempo que da más crédito tanto a particulares como a grandes empresas y pymes.
Y el Sabadell, que también ha cambiado su domicilio social y fiscal a Alicante por los mismos motivos que CaixaBank, alcanzó en los nueve primeros meses del año un beneficio neto de 653,8 millones de euros, un 1,1 % más que en el mismo período de 2016, un incremento que alcanza el 4,2 % si se tiene en cuenta la variación a tipo constante.
El grupo que preside Josep Oliú mantiene su previsión de cerrar el año con un beneficio de 800 millones de euros.