La cifra de negocio de Qualcomm entre octubre y septiembre disminuyó un 5,4%, hasta 22.291 millones de dólares (19.122 millones de euros), tras elevar un 7,6% sus ingresos en el área de equipos y servicios, pero registrar un descenso del 30,2% en la facturación por licencias, según informó en un comunicado.
En el último trimestre del año, beneficio neto de Qualcomm alcanzó los 168 millones de dólares (144 millones de euros), un 89,5% menos que las ganancias de 1.599 millones de dólares (1.372 millones de euros) obtenidas en el mismo periodo de un año antes, mientras que las ventas cayeron un 4,5%, hasta 5.905 millones de dólares (5.066 millones de euros).
Qualcomm hizo referencia a la disputa que mantiene con Apple al señalar que los resultados, tanto del tercer como del cuarto trimestre, se han visto afectados negativamente por los litigios, fundamentalmente por las medidas adoptadas por la multinacional de Cupertino.
"Prevemos que, hasta que no se resuelvan estas disputas, continuarán afectando a nuestras cuentas financieras", sostuvo el grupo.
No obstante, el consejero delegado de Qualcomm, Steve Mollenkopf, aseguró que la compañía es líder en la industria en 5G y que cuenta con un buen posicionamiento tanto en productos como en tecnología. Asimismo, dijo que Qualcomm cuenta con oportunidades potenciales fuera del negocio de la telefonía móvil.
El pasado martes, las acciones de Qualcomm se desplomaban durante la sesión más de un 7%, hasta alcanzar un precio mínimo intradía de 50,02 dólares por título, tras conocerse que Apple podría prescindir de sus procesadores para la fabricación de los próximos iPhone y iPad.
Según informó el diario 'The Wall Street Journal', Apple podría estar valorando contratar para esta parte del proceso de diseño de sus productos a Intel o Mediatek, por lo que la próxima generación de dispositivos de 'la firma de la manzana' podrían no contener procesadores fabricados por Qualcomm.
Apple y Qualcomm, tras una década trabajando juntas, se encuentran envueltas en un conflicto judicial que se inició el pasado mes de enero. La compañía de Cupertino demandó al fabricante de procesadores por un supuesto uso injusto de su posición dominante en el mercado para anular a su competencia y exigir 'royalties' de gran coste por el uso de sus patentes.