En un comunicado divulgado hoy, la entidad detalló que la mejora de los resultados se debe al descenso de los costes operativos y de las dotaciones de provisiones para crédito, que compensaron la caída del producto bancario.
Este indicador, equivalente a los ingresos de la entidad, se redujo un 4,6 %, hasta 858 millones de euros.
Entre enero y septiembre de 2017, el margen financiero -la diferencia entre los intereses pagados en créditos y los abonados por los depósitos- se contrajo un 6 %, hasta los 515,8 millones.
Los costes operativos cayeron un 7,3 %, hasta los 391,8 millones de euros, especialmente debido a la bajada de los gastos generales, pero también de los costes de personal, que retrocedieron un 3,6 %.
El presidente de la entidad, António Vieira Monteiro, explicó en rueda de prensa que en lo que va de año salieron del banco más de 200 personas a través de rescisiones pactadas y prejubilaciones, y se espera que antes de que acabe 2017 salgan algunas decenas más.
El banco emplea en la actualidad a cerca de 5.500 trabajadores.
El ratio de crédito en riesgo se redujo hasta el 4 %, casi dos puntos y medio porcentuales menos que un año antes, mientras que el "Core Tier 1 fully implemented" subió hasta el 16,5 %.
Estas cuentas no reflejan todavía la compra del Banco Popular Portugal, ya que todavía no ha sido autorizada por el Banco de Portugal y el Banco Central Europeo.
De esta forma, el Totta integrará en su estructura las cerca de 120 sucursales y 90 empleados del Banco Popular en suelo luso.