Cuando llego al despacho, cargada de bolsas, descubro a quien, sin duda, es el dueño del buga en cuestión. Apoyado contra las viejas vigas de madera, desentona completamente con mi vida. Joven, bronceado y con ropa que cuesta más de lo que gano en un mes, tiene cara de haber pasado muchos años sin tener que esperar de pie en ningún sitio.

Cuando le dejo pasar, me explica que es un pequeño accionista de Hawkers, la compañía de gafas de sol que lo ha petado a través de Internet. Sus jefes están a punto de conseguir una jugosa ampliación de capital y le han pedido que proponga nombres que se pongan al frente del business. Gente seria, pero molona. Preferiblemente guapos, ricos y con caras que hagan relucir unas gafas de sol ‘baraticas’.

El 'fallido'

Me cuentan que ya han hablado con varios, y que incluso estuvieron a punto de cerrar con Pedro Serrahima, fundador de Pepephone y exdirector general de Globalia. Pero no que no terminan de convencer a ninguno.

En las últimas semanas me habían llegado bastantes rumores al respecto. El último de ellos era que entre los nombres elegidos había responsables de L’Oreal, Amazon e incluso de Fjord. Pero que, después de Serrahima, se impuso un nombre en particular, el de Oriol Martínez, responsable de moda deportiva para el sur de Europa de Nike.

Martínez, lleva al frente de la división desde finales del pasado año, después de haber estado a cargo de Converse en la misma región. Lleva 15 años en la empresa y no ha dejado de escalar posiciones.

Otra cosa es que esté interesado en entrar en Hawkers y bajo qué condiciones. La compañía ilicitana está dispuesta a pagar un sueldo de campanillas para conseguir un directivo de primer nivel. Probablemente, una vez que salga elegido, será el CEO de startup mejor pagado de España, con mucha diferencia: en el entorno de lo que ganan los directivos top que menos ganan en el Ibex 35.

¿Un negocio de futuro?

Sin embargo, está por ver que Martínez dé el paso. Experto en márketing, Hawkers supondrá importantes retos para él. Si bien la compañía necesita desesperadamente consolidar su marca, hasta ahora su crecimiento y su éxito se han basado en un fenómeno muy concreto: la compra de publicidad a través de Facebook.

Los directivos que se acercan a la compañía miran un negocio que ha vivido y gastado a lo grande, pero cuya capacidad de ser algo más que una moda pasajera está por decidirse. Muchas empresas han optado por el mundo de las gafas de sol desde su lanzamiento y con un modelo similar de venta a través de redes sociales. Hasta el jugador del Barça Gerard Piqué participa (a través de su padre) en la marca Kypers.

¿Basta la expansión internacional y el crecimiento hacia otros sectores como los relojes Bratleboro para atraer talento de primera fila capaz de ir más allá?

Por lo que hemos visto hasta ahora, no vale con que la compañía busque un líder intrépido que les lleve al éxito, o estar dispuesto a abrir la billetera. Hace falta, sobre todo, convencerlo de que se trata de un proyecto de futuro.

Propongo a mi cliente algunos nombres de directivos en busca de proyecto a los que no tengo demasiado cariño, le cobro una minuta equivalente a un par de gafas y tomo una decisión. Voy a coger el dinero que le he cobrado y voy a alquilar una plaza de garaje. Aparcar en la zona para discapacitados es de idiotas.