Desde el pasado mes de septiembre, la calificación de la entidad se encontraba en 'revisión al alza', después de que la agencia sacara al banco del 'bono basura' tras su adquisición por parte de Santander el pasado mes de junio.
En su decisión, la agencia valora el "mejorado perfil de crédito" del banco tras la venta del 51% de su negocio inmobiliario en la operación con Blackstone y sus "niveles de capital mejorados" tras la inyección de 6.900 millones de euros por parte de Santander, según explica la vicepresidenta de Moody's María Viñuela.
"La resolución del banco y su posterior compra por Santander ha ayudado a restaurar la confianza de los clientes y mejorar la débil posición de liquidez previa a la resolución", añade Viñuela.
La agencia otorga una "alta probabilidad" de apoyo por parte de Santander al banco y espera que su integración legal en la entidad presidida por Ana Botín "lleve más tiempo del previsto inicialmente".
"La perspectiva 'positiva' refleja el potencial del perfil de riesgo de Popular de mejorar y de que sus ratings converjan con los de su matriz según progresa en el tiempo la integración de los negocios y operciones de Popular", apunta la agencia.