En una conferencia con analistas, el director financiero de Repsol, Miguel Martínez, señaló que la compañía está en camino de cumplir o mejorar sus objetivos para este año e indicó que el 'capex' del grupo para 2018 y 2019 será de unos 3.500 millones, aunque con flexibilidad en la cifra.
En este sentido, el directivo destacó "la fortaleza" del negocio integrado del grupo y la senda marcada por su plan estratégico, que han permitido alcanzar un resultado "sólido" en el actual contexto de precios bajos del petróleo.
Para 2017, a falta de un trimestre, recortó a la baja la cifra de inversiones, hasta una horquilla de 3.000-3.100 millones de euros, frente a los 3.200-3.600 millones estimados a cierre de junio.
Respecto a la política de dividendo, Martínez insistió en que no se prevé plantear un cambio en su actual sistema de retribución al accionista mediante 'scrip dividend', que permite elegir el cobro del dividendo en acciones o metálico, hasta que la calificación del grupo no esté en niveles de 'BBB' con perspectiva 'estable'.
A este respecto, el director financiero de Repsol consideró que la reducción de deuda a septiembre, que se situó por debajo de los 7.000 millones de euros tras recortarla un 30% en los últimos doce meses, "es un paso claro" para alcanzar el objetivo prioritario de mejora en la nota crediticia por parte de la agencia S&P.