Haciendo abstracción de esos elementos no recurrentes, el incremento ajustado de los resultados fue del 15,3 %, precisó en un comunicado Crédit Agricole, que subrayó que eso refleja "un alto nivel de actividad" en los diferentes negocios.

En cualquier caso, los beneficios entre enero y septiembre son ya superiores a los obtenidos durante todo el año 2016.

El resultado bruto de explotación (Ebitda) progresó un 15 % hasta 8.610 millones de euros y los ingresos subieron un 6,8 % hasta 24.062 millones de euros.

En el tercer trimestre tomado de forma aislada, los beneficios subieron un 36,8 % hasta 1.907 millones de euros. Pero si se descuentan los elementos específicos no recurrentes, disminuyeron un 4,5 %, lo que la entidad explicó "principalmente por el alza de la tasa de imposición efectiva" al 29,1 %, frente al 24,3 % entre julio y septiembre de 2016, cuando se benefició de operaciones con baja fiscalidad.

El Ebitda trimestral ascendió un 21,9 % hasta 2.911 millones de euros y los ingresos aumentaron un 11,1 % hasta 7.885 millones.

Crédit Agricole hizo hincapié en que a finales de septiembre su nivel de solvencia, en términos de Common Equity Tier 1 era del 14,9 %, entre los "mejores" del sector y cinco puntos por encima de las exigencias reglamentarias.