Merck KGaA informó hoy de que el resultado operativo mejoró en el mismo período un 10 %, hasta 2.283 millones de euros, tras la venta de su división de biosimilares a Fresenius, respecto a 2.075 millones de euros del año anterior.
Tuvo gastos en el sector de cuidado de la salud, mayores costes de investigación y desarrollo de nuevos medicamentos, y un resultado más débil en los cristales líquidos para pantallas planas.
La facturación subió entre enero y septiembre un 2,5 %, hasta 11.479 millones de euros, comparado a los 11.194 millones de euros del mismo período de 2016.
En el tercer trimestre, los tipos de cambio tuvieron un efecto negativo en la facturación del 3,7 %, especialmente por la debilidad del dólar frente al euro.
El beneficio neto subió en el tercer trimestre un 41,1 %, hasta 645 millones de euros.
Merck ha reducido la deuda contraída, principalmente para financiar la compra de Sigma-Aldrich, en un 8,9 %, hasta casi 10.500 millones de euros.
Las ventas de cristales líquidos, que se utilizan en la fabricación de pantallas planas de televisiones, tabletas y teléfonos inteligentes, bajan por el aumento de la competencia y la caída de los precios.