En su discurso de despedida, Cebrián dijo que dejará su cargo a finales de año en favor del vicepresidente ejecutivo Manuel Polanco.
Con este relevo, la familia fundadora del grupo editor, cuyo buque insignia es el diario El País, retomará las riendas en Prisa que también cuenta con la división editorial Santillana y emisoras de radio en España y Latinoamérica.
Cebrián dijo que su sucesor garantizaría la continuidad de la gestión, en un momento en el que la compañía quiere ampliar capital y depende de la confianza de los inversores.
Cebrián había convocado la junta de accionistas para aprobar una inyección de 550 millones de euros a fin de sanear las maltrechas cuentas de Prisa. De este importe, 450 millones procederán de una ampliación de capital y 100 millones de la conversión de deuda en acciones. Actualmente, Prisa capitaliza unos 197 millones de euros.
La inyección de capital supondrá una fuerte dilución para los accionistas actuales de Prisa, que ya vieron como este año sus títulos perdían cerca de un 50 por ciento de su valor en bolsa.
A septiembre, Prisa perdió 55 millones de euros por las minusvalías de la venta de la portuguesa Media Capital, con una deuda bancaria de 1.455 millones de euros.
FUERTES CRÍTICAS
Algunos de estos accionistas pidieron la palabra en la junta para criticar la gestión de Cebrián al mando de la compañía.
"La empresa sin Juan Luis Cebrián irá mucho mejor", dijo Joseph Oughourlian, el consejero delegado de Amber Capital, principal accionista de Prisa con una participación de casi un 20 por ciento.
Oughourlian, que también es miembro del consejo de administración, reprochó a Cebrián por su improvisación y falta de profesionalidad y dijo que votaría en contra de un paquete de acciones por valor de 2 millones de euros que Cebrián recibiría en su jubilación.
El presidente ejecutivo calificó las acusaciones de su principal accionista como "difamaciones", pero tuvo que escuchar también criticas en su estilo de gestión por parte de otro miembro del consejo de administración.
José Luis Leal, ex presidente de la AEB y ahora consejero externo de Prisa, dijo que el consejo habría encontrado un excelente candidato para suceder a Cebrián, "pero el presidente dijo no".
En su respuesta, Cebrián atacó a Leal por revelar "deliberaciones del consejo que tienen que mantenerse secretas" y anunció que tomaría las medidas correspondiente para defender los intereses de la compañía.
Cebrián ha dirigido el curso de la compañía durante cerca de 35 año, las primeras tres décadas como consejero delegado y el último lustro como presidente ejecutivo.
Durante su mandato, Prisa salió a bolsa en 2000, en plena euforia de los valores de Internet, con la cotización cerca de 4.500 millones de euros y ganas de comprar nuevos activos. Pero la expansión inicial tropezó con la crisis financiera en 2007 y la fuerte apuesta de Prisa por la televisión de pago se convirtió en un lastre con enormes compromisos financieros.
Para reequilibrar el balance y salir de causa de disolución, la junta de accionistas aprobó el miércoles también recortes de capital y de reservas para compensar pérdidas y fortalecer su balance.
Junto con las medidas de reequilibrio financiero, la junta de accionistas aprobó el miércoles el cese de cinco de sus nueve consejeros independientes. La medida fue calificada como necesaria por parte de uno de los consejeros dominicales para preparar el consejo para la llegada de nuevos inversores en el marco de la emisión de 375 millones de acciones nuevas contemplada por la ampliación de capital.
En la bolsa, las acciones de Prisa cerraron el miércoles con alza de un 3,94 por ciento a 2,54 euros.