La compañía taiwanesa, que obtiene más de la mitad de su negocio de la estadounidense, informó hoy de que sus beneficios netos en los tres primeros trimestres del año fueron de 67.070 millones de dólares taiwaneses (2.224 millones de dólares, 1.887 millones de euros), lo que supone una caída del 16,04 % respecto al mismo periodo del año anterior.
La mayor caída se produjo en los ingresos, que en el periodo de julio a septiembre fueron de 21.030 millones de dólares taiwaneses (697 millones de dólares, 594,8 millones de euros), un 39 % menos que en el tercer trimestre de 2016.
Esta cifra es mucho menor de lo que esperaba la firma de análisis S&P Global Market Intelligence, que habría pronosticado unos ingresos para este periodo de 35.600 millones de dólares taiwaneses (1.180 millones de dólares, 1.001 millones de euros).
El fallido despegue del iPhone 8 y el retraso en la producción del iPhone X, debido a la decisión de Apple de incluir sensores de reconocimiento facial en el teléfono, han llevado a Foxconn a registrar el menor volumen de ingresos desde el que reportó en septiembre de 2011.
Durante los tres primeros trimestres del año, el beneficio por acción de la firma de Taiwán, donde se la conoce como Hon Hai, cayó un 16,23 % hasta los 3,87 dólares taiwaneses por título (0,12 dólares, 0,11 euros), desde los 4,62 (0,15 dólares, 0,12 euros) que repartió en el mismo periodo del año pasado.
En la sesión bursátil de hoy en la bolsa de Taiwán las acciones de Foxconn cayeron un 2,8 %, hasta el nivel más bajo que registraba la empresa desde finales de septiembre.
Sus títulos han retrocedido un 10 % en los últimos tres meses en parte debido a la presión por las débiles ventas del iPhone 8 y las preocupaciones en torno al iPhone X.
Según la firma de análisis FactSet, Apple vendió 46,7 millones de iPhones en el tercer trimestre, 300.000 más de lo que esperaba el mercado.