Sin embargo, el beneficio bruto de explotación (ebitda) se ha multiplicado por siete, hasta 7,8 millones de euros.
Según la empresa, los resultados se han visto lastrados por el deterioro de algunos activos y por el reconocimiento de los derechos del personal a recibir indemnizaciones a la vista del auto de liquidación de la compañía.
Los ingresos, por el contrario, descendieron un 16,3 %, hasta 26,9 millones.
El endeudamiento financiero neto se situó en 3.634 millones, lo que supone un incremento del 3,4 %.
Reyal Urbis fue declarada en concurso voluntario de acreedores, la antigua suspensión de pagos, el 4 de marzo de 2013, y el pasado 1 de septiembre se le notificó el auto de liquidación.
La empresa está a la espera de que se apruebe el plan de liquidación presentado por los administradores concursales.