Desde el sindicato aseguran que el planteamiento inicial del Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que contempla la salida de más de 1.500 empleados a través de prejubilaciones y bajas incentivadas, es "excesivo" y creen que existe "cierto margen" por parte de la entidad, si bien reconocen desconocer las necesidades del banco en este sentido.
En el marco de las negociaciones, que comenzarán formalmente este jueves, UGT planteará también rebajar la edad de prejubilación hasta los 55 años, desde los 58 actuales, y que el mayor número posible de bajas se acometa por esta vía.
LA OFERTA DE 2016 SERÁ EL REFERENTE DE LA NEGOCIACIÓN
En relación a las bajas incentivadas, el sindicato solicitará que se prime la voluntariedad, con el objetivo "fundamental" de evitar despidos forzosos. En este sentido, las fuentes consultadas ven razonable la propuesta que Santander realizó a sus empleados en el marco del ERE de 2016.
"La oferta del año pasado en Santander es un referente que consideramos que puede estar en la línea de lo que podríamos aceptar en este proceso", han asegurado las fuentes consultadas.
El acuerdo alcanzado entre Santander y los sindicatos para las bajas incentivadas en 2016 contemplaba una indemnización de 40 días por año trabajado con un máximo de 24 mensualidades para los trabajadores de entre 50 y 54 años que contaba con dos primas añadidas.
Una de las primas oscilaba entre los 30.000 euros para los trabajadores con más de 25 años de antigüedad y los 4.000 euros para aquellos que contaran con menos de cinco. La otra prima contemplaba el pago de 2.000 euros por cada trienio cumplido en el banco.