Fuentes sindicales explican que el encuentro de hoy se ha limitado a la apertura oficial de la mesa de negociaciones y a la entrega de la documentación técnica propia de estos procesos de cara a preparar el inicio de las negociaciones `serias¿ en una reunión fijada para el próximo jueves 23 de noviembre.
Estos documentos técnicos entregados hoy por parte de la entidad se limitan a ofrecer información como los motivos por los que el Grupo ha decidido llevar a cabo este ajuste en las plantillas de ambas entidades. Pero no detallan ni las cifras de los afectados de cada uno de los bancos, ni las condiciones en las que se producirán los despidos o las recolocaciones. Según fuentes sindicales, estas se empezarán a negociar en la próxima reunión. ¿Hoy no venían dispuestos ni a hablar ni a negociar nada. Estaban algo reacios¿, indican.
Esta toma de contacto ha servido, al menos, para la constitución de las dos mesas que negociarán sendos EREs. Según explican fuentes de la negociación, las condiciones pactadas serán iguales para las trabajadores de las dos plantillas, por lo que no comprenden por qué las negociaciones han de llevarse a cabo por separado.
Por un lado, la ley impide que dos EREs se aglutinen en uno solo, y por eso han de ser abordados por separado. Sin embargo, al tratarse de una integración, los representantes de los trabajadores de ambas plantillas consideran un `engorro¿ esta situación para el desarrollo del proceso.
Especialmente porque aún se desconoce a qué número de empleados de cada uno de los bancos afectará el ERE, del que se ha dado una cifra global de unos 2.160 afectados entre bajas incentivadas, prejubilaciones y despidos forzosos.
Es evidente que los despidos en ambas plantillas se producen por motivos muy distintos. Y el gran temor en el inicio de las negociaciones era que los empleados del Popular salieran perdiendo en las mismas por las propias condiciones que han desembocado en el ERE de la entidad. Es decir, al haber reconocido el banco unas pérdidas de 12.218 millones de euros en sus resultados del primer semestre del año, algunas voces alertaban que Santander podría escudarse en esos ¿motivos económicos¿ para aplicar el Estatuto de los Trabajadores a raja tabla, ofreciendo bajas de tan solo 20 días laborables.
Sin embargo, esta brusquedad temida en las negociaciones en la parte del Popular parece que finalmente no se dará, y desde los sindicatos esperan que, aunque por motivos distintos, los incentivos en las salidas sean ¿iguales para los afectados de las dos plantillas¿. De hecho, Grupo Santander se ha mostrado desde un principio dispuesto a ¿aprovechar de la mejor manera posible¿ el talento proveniente de Popular, algo que no está tan claro que ocurra en 2019 cuando se inicie el recorte en la Red Comercial, una vez completada la integración de ambas entidades.
Los detalles de los ajustes se conocerán a partir del próximo 23 de noviembre, cuando ha quedado establecida la próxima reunión en la que los sindicatos insistirán en la necesidad de reducir el número total de afectados. Entre otras cosas, porque tras los recortes acometidos por ambos bancos el pasado año, quedan pocos empleados que se ajusten al perfil requerido para acceder a las prejubilaciones.