El futuro del preservativo: medirse el pene antes de comprar condones
La empresa alemana My.Size ofrece a los hombres la posibilidad de conocer su talla de preservativo a través de una app.
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El preservativo es un método anticonceptivo que lleva utilizándose desde hace siglos. Pero, según dicen a EL ESPAÑOL en My.Size, una empresa alemana de fabricantes condones 'personalizados', lo normal es que los preservativos se usen mal. “Entre el 70% y el 80% de los hombres no conoce qué talla de condones es la suya”, asegura a este periódico Thomas Hahn, responsable de comunicación de esta compañía germana, con sede en Múnich. “Ese desconocimiento lleva a tener malas experiencias”, recalca Hahn.
Así, resulta normal que al sexo seguro que facilitan los condones vayan asociadas quejas del tipo: el preservativo es “demasiado pequeño y se rompe”, “es demasiado grande y se sale” o “uno no siente nada”. Dado el desconocimiento que apunta Hahn en My.Size, “se puede llegar a concluir que los condones son una mierda”, según los términos de este responsable de la empresa germana de preservativos.
Aaron y Cäcilia, una pareja de jóvenes alemanes de Múnich puede que hayan sacado esa conclusión con preservativos de la conocida marca Durex. “Antes utilizábamos preservativos de esa marca, pero se rompían a menudo. Con otros le pasaba que él no se los podía poner porque no le iban”, comenta a EL ESPAÑOL Cäecilia. Esta estudiante de 19 años habla sobre las experiencias de Aaron, aprendiz de tatuador de 22 primaveras. “Cuando supe de la oferta de My.Size, se lo propuse, le pareció bien y se sintió cómodo”, asegura ella.
Ahora dicen tener sexo “más tranquilo, con la cabeza libre del estrés que supone la posibilidad de que se rompan los preservativos al usarlos”. Él empezó a utilizar los condones de My.Size hace dos años. Hasta que no utilizó un medidor de la empresa de Hahn, Aaron no sabía cuál era su talla de preservativos. Su miembro 'viste' una 57 de My.Size, condones que miden 5,7 centímetros de ancho, y 17,8 centímetros de largo.
En la empresa de Hahn interesa que los usuarios conozcan su talla de preservativos. A esta compañía creada hace ocho años le va la vida en ello. Por eso mismo My.Size ha lanzado una simple aplicación informática para smartphones que permite a los hombres medirse el pene. Las medidas sirven de referencia para luego adquirir el condón de esa marca con el que evitar embarazos no deseados y proteger su miembro con éxito.
Antes de usar la aplicación, hay que girar la pantalla del teléfono, dejando ver una suerte de regla que muestra las medidas de My.Size. Para tomar medidas, el pene, que ha de estar en erección, debe situarse sobre la parte más a la izquierda de la pantalla. A la derecha, han de quedar varias medidas visibles. La que esté visible más cerca del pene será la medida de My.Size más adaptada al usuario de la aplicación.
La firma de Hahn ofrece siete medidas diferentes, llamadas 47, la más pequeña (4,7 cm de ancho y 16 cm de largo), y 69, la más grande (6,9 cm de ancho y 22,3 cm de largo). Otras cinco medidas - incluida la que utiliza Aaron, el novio de Cäcilia -, cubren los tamaños comprendidos entre esos extremos. “Nosotros no somos sastres de condones, no estamos adaptados a cada sujeto de manera individual, pero hemos desarrollado una variedad muy comparable a la que existe, por ejemplo, para la ropa”, plantea Hahn.
Los sastres de condones ofrecen 66 tallas
Otras empresas, como la estadounidense MyONE, llevan esa lógica más allá, ofreciendo hasta 66 tamaños diferentes de preservativos. En activo en Europa desde 2011, esta compañía facilita en su página de Internet un medidor que el usuario puede imprimir en papel para tomar nota del tamaño del miembro. En función de las medidas, el interesado podrá pedir un producto lo más adaptado posible a su pene, incluso se le permite sugerir una nueva medida de preservativo.
Ofrecer tantas medidas, sin embargo, resulta problemático. “Es muy difícil vender tantos tamaños, piense que los productos tienen que ir al punto de venta. Y no todo comerciante puede adquirir y exponer todo un lote con tanta variedad de tamaños”, señala Hahn, que se muestra comprensivo con la elección de la competencia. “La necesidad para hacer diferencias tan precisas tal vez tenga sentido para los consumidores, pero no es muy practicable comercialmente”, comenta.
En My.Size confían, hasta cierto punto, en la flexibilidad del látex. Eso sí, siempre y cuando se haya utilizado un tamaño de condón correspondiente a las medidas que ofrece la marca a través de la app. Ésta, según Hahn, tiene dos misiones. A saber, por un lado, “posibilitar el diálogo entre el usuario y el fabricante de preservativos, algo importante porque este diálogo no suele tener lugar dado que los hombres hablan muy poco de su intimidad”, dice Hahn. Y, por otro lado, claro está, “la app posibilita que el usuario sepa qué talla de condón gasta”, abunda este responsable de My.Size.
Creen los responsables de esta compañía alemana que sus preservativos tienen ante sí un prometedor mercado. En Alemania, un país donde la prostitución es legal y los prostíbulos tienen un sello de calidad con coronas similar al de las estrellas en los hoteles, se utilizan 260 millones de condones al año, es decir, algo más de 710.000 al día.
La aplicación de My.Size está disponible en inglés, alemán y español. Fuera de Alemania, la empresa de Hahn también vende preservativos. “En portales como Amazon de toda Europa, nuestros condones suelen estar entre los diez primeros preservativos más vendidos”, comenta Hahn. Al parecer, en vista de las clasificaciones de ventas de Amazon, uno de los productos de My.Size que mejor se vende es la talla 53 (5,3 cm de ancho, 17,8 cm de largo).
Un producto médico en España
Ahora sus esperanzas están puesta en la entrada en el mercado de las farmacias, un paso muy importante para esta compañía. “Nuestros condones ya están reconocidos como un producto médico en España, los farmacéuticos pueden venderlos a partir del momento en el que un cliente los pida”, señala Hahn. En Alemania, los My.Size se han movido siempre en ámbitos más restringidos como son los sex shops. Ahí no pueden acceder los adolescentes que no son mayores de edad pero que comienzan a tener una vida sexual activa.
“El adolescente que está creciendo no puede entrar en un sex shop para comprar el producto. No puede comprar un tamaño de condón pequeño. O no puede comprar por Internet porque no tiene cuenta en el banco”, sostiene Hahn, esperanzado con la próxima entrada en farmacia de los preservativos de su empresa. “Los condones son productos médicos, necesita también cierto consejo médico. Las farmacias son el mejor sitio para comprarlos, por el trato personalizado, y claro, son mucho mejor sitio que la cola de la caja del supermercado, estamos hablando de un producto que pertenece a la intimidad del hombre”, abunda el responsable de My.Size.
Aún así, todavía resulta habitual encontrar farmacias donde es difícil encontrar variedad de tamaños de preservativos. Más allá del estándar o del considerado tamaño XXL, las boticas no suelen ofrecer mucho dónde elegir, pese a que desde hace años se viene apuntando que este mercado necesita variedad. En palabras del alemán Klaus Richter, director de internacional de RTT, una empresa familiar germana que lleva fabricando preservativos casi cien años, “un condón estándar sólo es ideal para un quinto de los hombres”.
Iniciativas como la de My.Size, en realidad, se dirigen a la mayoría de hombres. “Nosotros partimos de la constatación de que todos los hombres somos diferentes, y los penes también”, concluye Hahn.