A un mes de dar carpetazo a 2017, el sector energético europeo se prepara para un año en el que se prevén grandes operaciones transnacionales. Los rumores sobre el ‘baile de fusiones’ en el mercado europeo llevan meses calentando los pasillos de las empresas del sector. Para los expertos, las condiciones del mercado -con abundante financiación disponible- son las idóneas para lanzarse.
Además, la ventaja de una operación que traspase fronteras no es otra que la reducción de riesgos y las energéticas necesitan ganar músculo de cara a una transición energética en la que las renovables ganarán terreno a las fuentes convencionales.
El dicho popular dice que ‘cuando el río suena, agua lleva’. Después de meses a vueltas con una posible fusión entre la española Gas Natural y su rival lusa Energías de Portugal (EDP), la operación podría tener lugar el próximo año. Así lo creen fuentes del sector que ven que, aunque las conversaciones oficiales no han empezado, los números salen y ambas empresas lo ven posible.
Hasta el momento, ambas compañías lo han negado por separado, pero eso no le resta atractivo a la operación. Los negocios de ambos grupos son complementarios y podrían pasar sin mucha complicación el examen de Competencia. Además, Gas Natural habría mantenido contactos con el principal accionista de EDP, el Gobierno chino a través de Three Gorges, que tiene un 21,35% del capital.
Otro de los objetivos en la mira de las eléctricas es la alemana Innogy, firma participada por RWE a la que se ha relacionado tanto con Iberdrola como con Enel en las últimas semanas. Mientras que el grupo italiano ha descartado esta operación, la eléctrica que preside Ignacio Sánchez Galán ha reconocido estar atenta a los movimientos del mercado y podría ser la primera en lanzar una oferta por el grupo alemán, contaba Expansión. Innogy nace de la segregación de negocios realizada en 2016 por la alemana RWE -que aún controla más del 70% de su capital- de sus activos renovables, red de distribución y comercialización de energía. La filial de renovables de RWE estaría valorada en unos 20.000 millones de euros.
Enel se desmarca de las grandes fusiones
Desde Enel advierten ya que ellos no van a participar en “una gran fusión” y que Endesa “no entra en el juego”. Son palabras del consejero delegado de la italiana, Francesco Starace, quien asegura que aunque siempre escucha a los bancos, eso no significa que vayan a seguir ese camino. Eso no quita que la italiana esté aprovechando la coyuntura para ganar tracción de cara a la transición energética.
Aunque la energética ha negado su interés en Innogy, sí está buscando oportunidades entre las empresas de almacenamiento de energía ahora que el desarrollo de las baterías se posiciona como un elemento clave en el sector renovable.
“La tecnología se acerca rápidamente a un punto en que las baterías serán atractivas desde el punto de vista comercial”, ha asegurado esta semana Starace. Con el horizonte de la descarbonización para 2050 en mente, la italiana trata de ganar terreno a las rivales en almacenamiento de energía, uno de los puntos clave para minimizar la intermitencia de las renovables.