Las Cámaras de Comercio de España han aprobado este miércoles un manifiesto en el que muestran su rechazo ante "cualquier tipo de represalia comercial que se aleje de las normales prácticas empresariales". La declaración se aprobó por unanimidad en una asamblea general celebrada en Barcelona.
El presidente de la Cámara de España, Josep Lluís Bonet, ha afirmado que la reunión se ha convocado en Barcelona como un "gesto de solidaridad y de apoyo" a las empresas, comercios y autónomos de Cataluña, y ha subrayado que las Cámaras quieren trabajar por la plena recuperación de la normalidad.
El manifiesto señala que la inestabilidad y la falta de seguridad jurídica "han obligado el cambio de sede social de casi 2.500 empresas que no querían irse de Cataluña", una decisión que lamenta y que supone un impacto "muy negativo" para la economía y el bienestar de Cataluña.
Bases para recuperar la estabilidad
"Y, por supuesto, lo que es malo para Cataluña, es malo para toda España", añade el texto, en el que las Cámaras sostienen que Cataluña es una parte fundamental del engranaje político, económico y social de España y debe seguir siéndolo.
A su juicio, "la vuelta a la senda constitucional y estatutaria ha sentado las bases para recuperar la estabilidad y la seguridad jurídica" imprescindibles para que las empresas puedan seguir desarrollando su actividad, y añade que es urgente volver cuanto antes a la normalidad, consolidarla y devolver la confianza a las empresas y los inversores para que puedan seguir trabajando en Cataluñaa.
La Asamblea General de Cámaras de Comercio, que reúne a las 85 Cámaras de España, se ha comprometido a "hacer los mayores esfuerzos para recuperar la normalidad, la convivencia y la concordia".
Campaña de Navidad
A pesar de que el manifiesto rechaza las represalias comerciales, Bonet ha afirmado que habrá que esperar al final de la campaña de Navidad para comprobar la incidencia de algunas llamadas al boicot, aunque ha augurado que no van a tener "una gran incidencia". "Si tengo que pensar desde la óptica concreta de Freixenet --compañía que preside--, no veo que vaya a tener consecuencias graves", ha avanzado.
Al ser preguntado por el impacto del proceso soberanista sobre la marca Barcelona, Bonet ha alertado de que "tiene posibilidades de morir" si se mantiene la inestabilidad, pero ha considerado que hay manera de evitarlo.
Ha achacado a esta inestabilidad el hecho de que Barcelona no se haya adjudicado la sede de la Agencia Europea del Medicamento, debido a una "pérdida de confianza y de reputación".