Cinco meses después de que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) prohibiera las ventas en corto en Liberbank, el organismo regulador presidido por Sebastián Albella las volvía a permitir este martes, coincidiendo con el inicio de la cotización de nuevas acciones tras la ampliación de 500 millones de euros acometida. Fondos que el banco asturiano ha recabado para elevar la cobertura de activos tóxicos hasta el 50%.
Entonces, la medida se tomó como un mecanismo de defensa tras la caída en picado de las acciones y ante el temor de que se reprodujera un ataque similar al llevado a cabo en el Banco Popular en los meses previos a su resolución y posterior venta al Banco Santander.
Ahora, los responsables de la entidad, con su consejero delegado Manuel Menéndez al frente, se tientan las ropas para conocer cuál va a ser el papel que van a jugar ahora estos fondos, que solo buscan provocar la mayor volatilidad posible de la acción para sacar el máximo provecho.
Especulación pasajera
En principio, la apuesta especulativa de los cortos, de producirse, no sería muy consistente. Los analistas de Bankinter no la descartan, pero la ven con poco recorrido. “Será algo pasajero”, piensan estos analistas. Estiman que no se dan las bases para un mantenimiento duradero de estas posiciones.
A diferencia de lo que ocurrió con el Banco Popular, Liberbank ha superado el 12% de capital tras la venta de activos tóxicos y la ampliación. Y, además, estos expertos comentan a EL ESPAÑOL que el interés de los inversores por el banco asturiano ha quedado demostrado con esa demanda de casi 8 veces superior a la oferta en esa operación.
Sobre el papel, esta tesis resulta coherente. Todo apunta a que no tendría mucho sentido ahora posicionarse a corto en Liberbank. Con la entrada a cotizar de los 1.996 millones de acciones procedentes de la ampliación, la entidad capitaliza en bolsa por 1.267 millones de euros, en el entorno de los 0,43 euros, por encima de los 0,25 pagados en la ampliación.
Dudas por el volumen de instrumentos financieros
No obstante, si se echa un vistazo a esos casi 400 millones de acciones en instrumentos financieros derivados -casi el 14% del capital de la entidad dirigida por Menéndez- que poseen los inversores institucionales tras la ampliación, aumentan las dudas.
Son esos contratos a través de los que estos inversores prestan las acciones a los bajistas. Gana el que presta, sí o sí, cobrando la comisión, y también lo hacen los fondos que operan a corto si, antes de devolver las acciones prestadas, las vende por un precio y las recompra por otro más bajo. O sea, que hay mecanismos para atraer a estos fondos bajistas, y solo falta ver si entienden que pueden sacar tajada.
Hay que esperar a ver, en los próximos días, la actualización que haga la CNMV de estas posiciones cortas para comprobar si, como estiman los analistas, estos inversores especulativos se lo piensan dos veces. O, por el contrario, piden prestados parte de esos 400 millones de acciones que los inversores atesoran en instrumentos derivados para destinarlos a este fin.
El fondo gibraltareño Guevoura elude el veto de la CNMV
Como antesala de lo que pueda pasar, uno de estos fondos especulativos ya hizo su particular negocio, evidenciando que se las saben todas. En pleno veto de las ventas de posiciones cortas por parte de la CNMV, un resquicio legal servía al ‘hedge fund’ gibraltareño Guevoura para adquirir hasta el 2% de Liberbank para operar a corto en pleno periodo de suscripción preferente de la ampliación de capital.
Esa argucia legal pasaba por la aceptación, por parte de la CNMV, de constituir posiciones cortas durante el veto cuando estuvieran cubiertas con una compra equivalente en términos de proporción en derechos de suscripción. Dicho y hecho. Guevoura adquirió esos derechos y la jugada le salió redonda. Sabía que no se beneficiará de una hipotética caída de la acción de Liberbank, pero sí que que ganaría la diferencia entre los derechos y las acciones del banco.
De esta manera, en los últimos 4 días del periodo de suscripción (7,8, 9 y 10 de noviembre), tomaba a corto, sucesivamente, el 0,54%, el 0,78%, el 1,4% y, finalmente, el 10 de noviembre -último día de dicho periodo- llegaba hasta el 2,08%. Solo le quedaba esperar al 21 de noviembre para que los nuevos títulos de Liberbank empezaran. Ni un segundo tardaba el fondo gibraltareño en diluirse totalmente de esta posición corta.
Reparto de los acciones listas para prestar a los bajistas
A la hora de ver quiénes son los potenciales prestamistas de estas posiciones cortas, la mejor referencia es comprobar los instrumentos financieros derivados que están en manos de los principales accionistas de Liberbank.
El repaso sirve para ver cómo la gestora británica a Arrowgrass Capital,a través de un fondo radicado en las Islas Caimán, acredita todo el capital que tiene en la entidad, el 3,22%, a través de estos productos. En el mismo paraíso fiscal atesoran Double Black Diamond Offstore y Lansdwone el 1,3% y el 1%, respectivamente, de estos productos especulativos. Y también Norges Bank -el mayor fondo soberano del mundo- que adquiría el 2,4% de Liberbank en derechos reales, sumaba otro 0,87% de acciones para prestar a los cortos.
Pero es, con diferencia, Oceanwood el inversor que más fondo de saco acumula para prestar a los bajistas. Hasta el 7,2% del capital de Liberbank en derivados liquidables exclusivamente en efectivo, sin que el fondo tenga o pueda ejercitar los derechos de voto.