Según el estudio, no contar con un sistema que permita una adecuada planificación de la jubilación "puede incidir directamente en el envejecimiento de la plantilla".
Según KPMG, si cuando llega el momento de jubilarse (algo de carácter voluntario en España) el trabajador ve que no cuenta con recursos suficientes para mantener su nivel de vida será "altamente probable" que quiera seguir en la empresa.
Esto, advierten, afectaría a las políticas de recursos humanos de las empresas, "con el consiguiente impacto financiero".
En este sentido, añade el estudio, un 87 % de las empresas considera la planificación de la jubilación un tema más prioritario que hace diez años, y un 25 % la incluyen en su agenda de recursos humanos para 2018.
"Aunque siete de cada diez empresas aún opina que es el Estado el responsable primero de financiar nuestra jubilación, casi todas las compañías encuestadas consideren necesario recurrir a sistemas de ahorro privado, aspecto que hace unos años era señalado únicamente por un 40 % ó 50 % de ellas", resume Álvaro Granado, responsable de pensiones en KPMG Abogados.