En la era del ‘viajero comparador’ la diferenciación es clave para atraer nueva clientela y, sobre todo, para fidelizar. Conscientes de ello, las hoteleras están apostando por ofrecer a sus clientes algo más que una habitación donde pasar la noche. Se empezó renovando los interiores y revisando tanto el catálogo de servicios y como la oferta gastronómica de los establecimientos. Pero el viajero de hoy en día busca además que su experiencia sea única.
Con esta idea de personalizar la estancia, NH Hotels inició en octubre un proyecto piloto apoyado en Philips Lighting como socio tecnológico. Se trata de las ‘Mood Rooms’ o habitaciones donde la tecnología permite establecer ‘modos’ que se adaptan al estado de ánimo de su huésped.
Para poner en marcha “este concepto pionero”, como subraya la hotelera, se han reformado cuatro habitaciones de su buque insignia, el lujoso NH Collection Madrid Eurobuilding. El proyecto piloto está marchando bien, confirman fuentes de la compañía, y sigue en sus planes llevarlo a otros hoteles de la cadena. ¿Podrían ampliar el número de habitaciones con este concepto? Todo dependerá de cómo funcione, pero la acogida ha sido buena.
Esta vuelta de tuerca al concepto de experiencia se basa en una visión clara: que la habitación se transforme en lo que necesitas cuando tú quieres. Al entrar en la habitación, con una decoración cuidada y futurista, el cliente tiene a su alcance una tableta con la que adapta la iluminación, temperatura y música gracias al sistema RoomFlex desarrollado por Philips.
¿Cómo funcionan?
La interfaz de la aplicación en esta tableta es sencilla. Se muestran seis modos preconfigurados, desde el que ofrece relax -con luces bajas y música calmada-, hasta el que te sirve como precalentamiento para una larga noche por la ciudad. Quizá estés de viaje de trabajo y necesitas tiempo para concentrarte. Con un golpe de dedo, la habitación también puede crear el ambiente adecuado para ese momento.
A partir de la elección de cada modo, el usuario puede modificar cada parámetro a su antojo. Desde el número de luces encendidas y su color -blancas, rosas, naranjas, moradas...-, hasta la música que suena en ese momento, porque también puede conectar sus dispositivos al sistema de audio de la habitación.
La experiencia se extiende al baño de la habitación: el juego de luces y música continúa en la ducha para acompañar el ánimo del cliente.
¿Y cuánto cuesta esta experiencia? Aunque se está estudiando fijar un rango de precios, comenta NH, al igual que el de las demás habitaciones oscila según la temporada y la demanda. Aun así, su precio no sube mucho respecto al de las demás suites. Para hacernos una idea, el precio de la suite superior, con 36 metros cuadrados, se sitúa en unos 230 euros la noche, según NH. La suite premium con terraza, un poco más grande, a partir de 320 euros la noche.