Müller hizo hincapié en la sede central de la compañía en Wolfsburg a los trabajadores en que "todavía hay desafíos importantes" pese a que las cifras de ventas son excelentes y la situación financiera robusta.
"Los éxitos no son causa para la propia satisfacción", dijo el presidente del grupo VW y añadió: "No podemos permitirnos amainar a mitad de camino. Debemos continuar cuestionándonos y seguir con los cambios en Volkswagen".
"Sólo entonces podemos dominar juntos los retos que todavía tenemos delante", dijo.
Müller agradeció a los 630.000 empleados en todo el mundo su dedicación, lealtad y el apoyo a los cambios iniciados.
"2017 fue un buen año para el grupo Volkswagen, fue el año en que Volkswagen volvió a la ofensiva", según su presidente.
El presidente del comité de empresa, Bernd Osterloh, dejó claro que el progreso se debe a los trabajadores, recordó que la reducciones han sido de 1.900 millones de euros y que más de 8.000 empleados han aceptado una jubilación anticipada parcial.