Las ventas netas de Tiffany entre agosto y octubre sumaron 976,2 millones de dólares (825,7 millones de euros), lo que supone facturar un 3% más que en el mismo periodo del año anterior.
Por áreas geográficas, la facturación de la cadena de joyerías se incrementó un 3% en América, un 15% en Asia Pacífico y un 5% en Europa, mientras que, al contrario, cayeron un 8% en Japón.
En los nueve primeros meses del ejercicio, Tiffany obtuvo un beneficio neto de 308,2 millones de dólares (260,7 millones de euros), un 7% más que en los tres primeros trimestres de un año antes, mientras que su cifra de negocio creció un 2,7%, hasta 2.835 millones de dólares (2.398 millones de euros).
A 31 de octubre de 2017, la compañía estadounidense contaba con un total de 315 tiendas en todo el mundo, incluyendo 125 en América; 86 en Asia Pacífico; 54 en Japón; 46 en Europa y 4 en Emiratos Arabes Unidos. En concreto, Tiffany abrió siete nuevos establecimientos hasta la fecha y cerró cinco.
El consejero delegado de la firma, Alessandro Bogliolo, quien asumió el cargo el pasado mes de octubre, dijo que los resultados de este tercer trimestre han superado "marginalmente" sus propias expectativas, aunque aseguró que Tiffany aún tiene potencial a medio plazo para lograr un mayor crecimiento de las ventas e impulsar los márgenes operativos.
"De cara al futuro, capitalizaremos cada vez más la fuerza de la marca con un enfoque organizacional más fuerte en la innovación de productos, comunicación digital y la experiencia del cliente", subrayó Bogliolo.