El plazo de aceptación de estos bonos, destinados a clientes minoristas de la entidad que adquirieron acciones de Popular entre el 26 de mayo y el 21 de junio de 2016, coincidiendo con la ampliación de capital de 2.500 millones de euros que lanzó el banco entonces presidido por Ángel Ron, se abrió el pasado 13 de septiembre y concluye este jueves.

La fecha de entrega de los bonos a los exaccionistas que los acepten será no más tarde del 15 de diciembre y la admisión a negociación de los mismos tendrá lugar a partir del 15 de enero de 2018. Así, el primer pago de la remuneración se realizará el 15 de marzo del próximo año, según detalla el folleto de emisión.

Se trata de obligaciones perpetuas emitidas por Santander, con 100 euros de valor nominal y que se podrán amortizar a partir de los siete años a voluntad del banco, previa autorización del Banco Central Europeo (BCE). Cuando se produzca su amortización, el titular recibirá el 100% del valor nominal del bono de fidelización.

El importe de la oferta asciende a 981 millones de euros, correspondientes a 9,81 millones de bonos de fidelización de 100 euros de valor unitario. En el caso de que no todos los beneficiarios de la oferta acudan a la misma, el importe sobrante se podrá emplear en atender posibles solicitudes de otros clientes, de acuerdo con la entidad.

Para acceder a la oferta es necesario renunciar "irrevocable e incondicionalmente" a emprender acciones legales y reclamaciones contra Santander. Si ya se han iniciado, deben terminarse.

Los bonos se comercializan a través de las oficinas de Santander, Popular, Banco Pastor, Openbank y Popular Banca Privada, además de las de Popular Portugal en el país vecino.

La entidad también compensará a los clientes que adquirieron obligaciones subordinadas computables como 'Tier 2' de las emisiones del 29 de julio y del 14 de octubre de 2011 y las mantuvieran depositadas en alguna de las redes del Popular en España o de Santander en el momento de la resolución.

Quedan excluidos de la acción comercial tanto los miembros del consejo de administración de Popular hasta su resolución, como las personas vinculadas a dichos consejeros y los accionistas que, individual o concertadamente, hayan tenido participación significativa declarada en la entidad. También los inversores institucionales.

INSTRUMENTOS COMPLEJOS

Según detalla el propio banco en el folleto de emisión de los bonos, se trata de "instrumentos complejos", por lo que "pueden no ser aptos" para todos los inversores, a pesar de que una de las condiciones necesarias para poder aceptarlos es ser un inversor minorista.

"Los bonos de fidelización podrían absorber pérdidas en caso de inviabilidad de Banco Santander o, precisamente, para evitarla mediante la reducción del principal (incluso hasta cero) o conversión en capital", advierte la entidad en el folleto.

Estos bonos no requieren que los clientes aceptantes sean sometidos a un test de conveniencia, "dadas las características especiales" de este producto, según detalla el folleto. No obstante, los clientes que acepten estos bonos deben ser advertidos previamente de las complejidades del producto, "que las hacen generalmente no convenientes para inversores minoristas".

Para aceptar los bonos es necesario que los clientes firmen una declaración manuscrita en la que afirmen conocer la complejidad del producto, que adquieren "sin recomendación o asesoramiento de ninguna entidad del Grupo Santander", así como haber sido informados de su "posible falta de conveniencia".

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