Fue una de las grandes compras de ‘startups’ con sello español más importantes de los últimos años. El gigante centenario Monotype, creador de tipografías como la conocida Times New Roman, sacaba la chequera y se hacía con Olapic, desarrolladora de herramientas para recopilar contenido en redes sociales para marcas y fundada por tres españoles en Nueva York.
Ahora, algo más de un año más tarde, despide a decenas de empleados en una reestructuración con la que esperan acelerar la llegada de los ‘números negros’ a lo largo del próximo año. El objetivo: ajustar costes ante unos ingresos que no crecieron a la velocidad que esperaban.
El pasado mes de noviembre la compañía anunció el despido. En total, 80 empleados, “principalmente procedentes de Olapic”, aseguraba Monotype en una comunicación oficial. ¿La razón que aducía la empresa? “Acelerar su integración en la actividad principal de Monotype, ayudando así a Monotype a lograr un mejor crecimiento y valor para el cliente y calibrar mejor las inversiones con las que apoyar el negocio de Olapic”, apuntaba la compañía.
La plantilla de la empresa tecnológica sumaba casi 250 empleados, entre las oficinas en Nueva York (90), Londres (casi 55) y Argentina (unos 100), según sus propias cifras. En la capital británica tenían equipo con el objetivo de acercarse a las marcas globales en el continente europeo. ¿Y en el país latinoamericano? Sebastián Álvarez, primer desarrollador de la empresa, era argentino y empezó a reclutar allí para liderar un equipo en Latinoamérica.
Preguntados por EL ESPAÑOL sobre la medida y cuál será la incidencia en el equipo y el reparto por las oficinas, el equipo directivo de Olapic ha declinado hacer cualquier tipo de declaración ante esta medida en la empresa.
Un problema de crecimiento de Olapic
Fue en julio de 2016 cuando Monotype adquiría la empresa ‘española’. El objetivo: introducirse en la tecnología del marketing para diversificar su negocio de más de 200 millones de dólares anuales en soluciones de tipografía y diseño. “Amplía la oportunidad para que Monotype proporcione a las marcas soluciones tecnológicas en dos áreas fundamentales: marketing y diseño”, apuntaban desde la empresa en el anuncio.
¿Qué lleva a la compañía a despedir a 80 empleados catorce meses después? El crecimiento. La compañía estadounidense cumple un año natural completo con la startup ‘española’ bajo su paraguas y ha comprobado que el incremento de ingresos no ha ido al ritmo esperado.
Según precisaba el CEO a analistas el pasado mes de noviembre, cuando compraron la 'startup' contaban con tres escenarios de crecimiento: bajo, significativo y rápido. Armaron el presupuesto de 2017 suponiendo un incremento rápido. Sin embargo, han tenido que rebajar esas previsiones: ahora esperan que los ingresos crezcan un máximo del 30%.
“Hemos rebajado nuestras expectativas para el ARR [ingresos recurrentes anuales] de Olapic en este 2017 a 25,5-27,5 millones de dólares, lo que representa un crecimiento anual de entre el 14 y el 23 por ciento y hemos reducido el rango de ingresos hasta los 19-20 millones de dólares y unas pérdidas operativas ajustadas de 20-19 millones”, apuntaba Tony Callini, responsable financiero de Monotype, durante la conferencia de analistas para presentar los resultados del tercer trimestre.
El otro problema está también en la rentabilidad. Olapic cerró los nueve primeros meses del año con unas pérdidas netas de 24,3 millones de dólares (algo más de los 24 millones de beneficios que consiguió Monotype). En esta cantidad se incluía también los gastos derivados de la integración y de la compensación, entre otros, a los tres fundadores españoles, según quedaba reflejado en las cuentas.
Cambio de estrategia: menos verticales
Junto a la reducción de personal, la estadounidense ha decidido otro giro más: concentrar el foco en un puñado de segmentos que son más rentables y con mejores cifras de retención de los clientes. El equipo comercial atacaba a más de veinte sectores para lograr contratos para su plataforma tecnológica de detección de contenido de clientes de marcas y compañías.
¿Qué ha sucedido? Que han detectado que de ese mercado potencial, siete concentran el 90% de todos los ingresos (son los que están acostumbrados a estrategias relacionadas con contenido generado por usuarios en redes sociales) y tienen una tasa de retención de clientes muy alta.
Con estas dos decisiones, Monotype espera que Olapic sea rentable durante todo el ejercicio 2018 (su objetivo inicial es que lo fuera sólo a partir del cuarto trimestre).
Con todo, la compradora sigue manteniendo su apuesta: “Creemos que las acciones que tomamos hoy alinean nuestros recursos y nos ayudarán a impulsar el crecimiento de Olapic en 2018, con mejoras significativas en la rentabilidad”. Lo aseguraba Scott Landers, presidente y CEO de Monotype, quien precisó que es un negocio “de crecimiento muy bueno”. “Continuamos creyendo que Olapic será rentable con un flujo de ingresos de 50 millones de euros en un tiempo”, apostilló.
130 millones, una gran venta
Monotype, creadora de tipografías como Times New Roman y propietaria de los derechos de otras como Helvetica, pagó 130 millones de dólares (sólo en 2016 generó ingresos de 200 millones y beneficios netos de 14 millones). El precio de la operación fue, por tanto, 8,5 veces los ingresos netos previstos para todo el ejercicio 2016.
Fue una de las grandes compras de startups con sello español. Sólo en 2016 tuvieron lugar otras tres operaciones importantes: Ebay se hacía con Ticketbis por cerca de 200 millones; el desarrollador de juegos Take-Two adquiría por 230 millones de euros a Social Point, y la francesa Venté-Privée sacaba la chequera para pagar 500 millones por su ‘archirrival’ Privalia.