Indignación. Es la palabra que mejor resume el estado de ánimo de los diputados que este lunes escucharon a la presidente de la Junta Única de Resolución (JUR), Elke König. Consideran que sus palabras no aportan nada nuevo a la resolución y posterior venta del Banco Popular, y creen que ha “faltado al respeto” al Congreso.
Un malestar generalizado que viene basado en la ausencia de nuevos datos que permitan esclarecer los motivos de la intervención del ‘Popu’; pero también por la falta de respuestas a las preguntas lanzadas por ‘sus señorías’. “No ha contestado a ninguna” bramaban algunos de sus miembros a la salida.
Cómo sería que la propia presidenta de la Comisión, Ana Oramas, le decía a König al término de su alocución que “había desperdiciado una ocasión única” para explicar a los accionistas del Popular y a los ciudadanos que las cosas se hicieron bien.
Una sala 'exclusiva'
Unas palabras a los que König respondía con cara de asombro y mirando al presidente del FROB, Jaime Ponce, como preguntándose a qué se debían esas acusaciones. Y es que a los diputados les ha molestado mucho la actitud de la presidenta de la JUR. Ya no sólo es que no aportara nuevos detalles, ni que se saliera por peteneras en el turno de réplica.
Tampoco gustaba que, tras conocer las intervenciones de los grupos, pidiera un receso de 20 minutos para preparar su segunda intervención. Según han confirmado fuentes cercanas, la presidenta de la JUR exigía una sala en la que sólo estuvieran sus asesores, la propia König y el presidente del FROB.
De las pocas cosas que pudieron sacar en claro los miembros de la comisión es que antes de navidad la JUR publicará el famoso Informe Deloitte, en el que se hizo la valoración de venta del Popular. Eso sí, una versión descafeinada -tal como refleja la normativa- ya que se ocultarán datos sensibles; y algunos detalles adicionales que hasta el momento no se conocen.
Una documentación que ha sido reclamada en diversas ocasiones por el Congreso de los Diputados y los despachos de abogados que han recurrido la decisión en defensa de accionistas y bonistas.
El informe, en la web
Por ahora no ha estado disponible ya que el organismo europeo ha optado por no hacerlo público en defensa de los intereses del banco resuelto, y que no le queda más remedio que publicar tras la decisión del Panel de Apelaciones de la propia JUR.
Estará disponible “en la web de la JUR”, dijo König, y no se enviará por adelantado a la Comisión de Investigación. Algo que, una vez más, ha indignado a la bancada de diputados que asistían atónitos a una sesión de lo que han calificado “oscurantismo” que no ayuda en nada a avanzar en la confianza necesaria para crear una Unión Bancaria.
Para König es importante mantener la prudencia a la hora de hacer públicas las informaciones sobre este proceso, ya que “puede afectar a la estabilidad financiera o a la del propio Santander”, que fue la entidad que terminó comprando el Popular por un euro para, a continuación, inyectar 7.000 millones de euros para garantizar su viabilidad.
No hubo filtración
Lo que sí intentó dejar claro es que la decisión adoptada fue la mejor para evitar nuevos problemas en el sistema y para el propio Popular. A su juicio, la entidad que presidía en aquel entonces Emilio Saracho fue víctima de sus propios intentos por captar capital en el mercado para paliar sus problemas de solvencia. Unos movimientos que generaron “un problema de liquidez” lo que imposibilitaba que la entidad pudiera continuar operando.
También quiso salir al paso acerca de las filtraciones que afectaron a la cotización del Popular en los días anteriores a su caída. En concreto, aquellas que aseguraban que la JUR estaba investigando al Popular. Más allá de sus palabras en Bloomberg, para König “no hay indicaciones claras” de que esa información saliera de la JUR, y recordó que “hay más instituciones públicas implicadas” en referencia al BCE, al FROB o el Banco de España.