casas_alreves

casas_alreves

Empresas

El lastre del ladrillo de la banca se reduce en 83.000 millones de euros en tres años

La carrera de la banca para sanear balance a golpe de desagüe inmobiliario empieza a dar sus frutos. Desde 2014, cuando las entidades acumulaban 275.000 millones de euros entre NPLs (créditos dudosos) y adjudicados, la cifra se ha reducido hasta los 192.000 millones. El regreso de los grandes fondos y la mejor posición de las entidades para asumir descuentos anticipa que la tendencia continuará en 2018.

12 diciembre, 2017 12:08

En realidad, la reducción de improductivos será a cierre de este 2017 mucho mayor que esos 83.000 millones de euros, pues los datos no incluyen los activos de los que se han deshecho Santander, BBVA y Liberbank en sus ventas de ladrillo a los fondos Blackstone, Cerberus y Bain, respectivamente.

Expertos consultados coinciden en que la recuperación de la economía y las mejores perspectivas sobre España han ayudado mucho a acelerar la limpieza de balance de unas entidades obligadas a ello, además, por las exigencias regulatorias.  ¿Basilea III, la nueva normativa contable IFRS 9, la Circular 4/2016 del Banco de España y la Guía del Banco Central Europeo (BCE) sobre la gestión de este tipo de activos, han reforzado la presión para que la banca se esfuerce en borrar lo tóxico de balance de cara a 2018¿, explican.

Según datos recopilados por una consultora nacional, en 2012 el stock de de NPLs (non performing loans, o préstamos dudosos) ascendía en la banca española a 153.000 millones de euros, que se sumaban a los 87.000 millones de euros en adjudicados. En total, 240.000 millones de euros de los activos más problemáticos con los que se puede encontrar el balance de una entidad. La cifra se fue incrementando en los años siguientes, hasta alcanzar los 275.000 millones de euros en 2014 (192.000 millones en NPLs y 83.000 en adjudicados).

Y fue entonces cuando se produjo un cambio de tendencia evidente, coincidiendo con las presiones de los reguladores para que el sector en su conjunto acelerase la venta de ladrillo. Así, y con datos de principios de año, la banca española cuenta con 192.000 millones de euros en NPLs y adjudicados, lo que supone un 30% menos (-83.000 millones de euros) que los que mantenía en 2014.

La reducción será notablemente mayor cuando se contabilicen las mencionadas operaciones de este año protagonizadas por Santander con la venta del 51% del inmobiliario del Popular a Blackstone, BBVA con el 80% de su ladrillo a Cerberus, o Liberbank, que a finales de octubre firmó un acuerdo con Bain Capital Credit y Oceanwood para crear una sociedad conjunta y traspasar dichos activos inmobiliarios.

Santander y Blackstone, punto de inflexión en las operaciones

Los expertos confirman que, aunque la tendencia de ventas se viene observando desde meses antes, la operación de Santander con Blackstone ha supuesto un verdadero punto y aparte en el proceso de saneamiento del sector. ¿Los grandes fondos se dieron cuenta de que se estaban perdiendo algo en España, y volvieron otra vez a mirar a los activos de la banca¿, explican fuentes financieras, que anticipan que a partir de ahora, el suelo será el gran campo de batalla para estos inversores, especialistas en lidiar con activos problemáticos. ¿Volvemos a ver apetito en este segmento en zonas como Madrid, Valencia, Barcelona¿ y los bancos tienen mucho que decir en esto¿.

Aunque los analistas aseguran que los niveles de créditos dudosos de antes de la crisis, que apenas superaban los 7.000 millones de euros, ¿no se volverán a ver nunca¿, tienen claro que la reducción de su peso en balance seguirá el próximo año. ¿Este proceso debe atender a la demanda real y no especulativa, desarrollando carteras que la gente pueda y quiera pagar¿, advierten fuentes financieras, que indican cómo los bancos tienen ahora más recursos para desinvertir en plazos más cortos, siendo capaces de asumir con mayor facilidad pérdidas por los descuentos en las operaciones, gracias a la mejora de la cuenta de resultados. Algo que hasta hace poco era prácticamente imposible.

Dentro de este proceso de saneamiento, los bancos tendrán más difícil reducir la exposición a NPLs que a adjudicados, pues en el primer caso los plazos de gestión son mucho más lentos, y los plazos se alargan al existir procesos judiciales abiertos, medidas que han ralentizado las ejecuciones hipotecarias, etc.

Pero superados esos baches en los plazos, el apetito se mantendrá. En los próximos meses, los expertos apuestan por esos procesos de de vehiculización y titulación de carteras de NPLs y adjudicados. Pero también por otro tipo de operaciones con la intención de crear mayor valor a medio plazo, como la venta de residencial, terciaria y de suelo a inversores especializados, así como la de carteras de activos en alquiler a Socimis.