La venta de estas participaciones implica una reducción de los activos adjudicados brutos de la entidad por un importe de 252 millones de euros.
Así, aunque tiene un efecto positivo, la operación no tendrá un impacto significativo sobre la cuenta de resultados de la entidad, según ha informado el banco a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La administración y comercialización de estos activos correrá a cargo de la sociedad de gestión de Unicaja Banco, Gestión de Inmuebles Adquiridos (GIA), según han acordado ambas compañías.
Teniendo en cuenta esta operación, Unicaja Banco ha reducido desde finales de 2016 sus activos improductivos --adjudicados y dudosos-- en 1.190 millones de euros, es decir, en un 21%.