Revés en los planes de Iberdrola en Brasil. Neonergía, filial de la eléctrica en el país, no saldrá a Bolsa por el momento. Sus socios en el accionariado del gigante energético, Banco do Brasil y Previ, no estaban satisfechos con la horquilla de precios que se le ofrecía (entre 15,02 y 18,52 reales por acción) y este jueves anunciaron al regulador que detenían la oferta pública de venta (OPV) prevista para la próxima semana.
Para los expertos, la sorpresiva noticia es un golpe negativo para Iberdrola. El ejercicio no está siendo bueno -con la generación hidráulica en España muy mermada por las condiciones climatológicas y golpeada en el negocio en Reino Unido- y esto habría servido de impulso para el cierre del año. Aun así, el impacto será limitado. De hecho, la acción de la eléctrica ha cotizado con relativa normalidad este viernes en la Bolsa de Madrid, cerrando la sesión en 6,58 euros, a penas un 1% más que en la jornada anterior.
Álvaro Navarro, analista de Intermoney, señala a este periódico que el desencadenante de este fracaso habría sido el poco interés suscitado por el rango de precios. “Cuando se anunció me pareció un poco baja, pero se argumentó que buscaban una colocación más sencilla y mantener la acción en un buen valor. Parece que los precios marcados no han sido suficiente”, matiza. “Es una noticia negativa, han fracasado en este segundo intento”.
Sin embargo, en perspectiva, “no es algo tan grave”, añade. Con esta operación, Neoenergía habría colocado el 14,7% de su capital, 170,3 millones de acciones, con la expectativa de levantar hasta unos 830 millones de euros. La posición de la filial brasileña de Iberdrola es buena, con un beneficio bruto de explotación (Ebitda) en el último ejercicio de 934 millones y creciendo hasta septiembre de este año alrededor de un 7%, apunta el analista, por lo que no lograr la apertura en este momento “no tiene un efecto tan grave”. En esta misma línea opina Ángel Pérez, analista de Renta4 que indica que se trata de una noticia negativa, aunque con impacto limitado.
Además, la falta de interés podría derivar también de la fuerte competencia que hay en la Bolsa paulista. La de Neoenergía no era la única OPV que se realizaba estos días. A la colocación del operador en Brasil de Burger King se sumaba la de la petrolera estatal Petrobras, a la que la autoridad bursátil le dio el visto bueno el jueves, entre otras operaciones. Fuentes del mercado sostienen que el ánimo de los inversores podría haberse visto influido por este escenario, sin embargo, Navarro no opina lo mismo. “No creo que estas otras colocaciones hayan tenido incidencia en esta operación”, apunta.
¿Un nuevo intento en 2018?
Esta operación, que estaba contemplada en el acuerdo de fusión entre Neoenergía y Elektro, perseguía obtener recursos para ejecutar los planes de crecimiento en el país, pero también dar liquidez a los socios de Iberdrola, que controlan un 47,5% del capital. Después de un primer retraso en el lanzamiento de la oferta, de octubre a diciembre, la deseada apertura queda en el limbo a la espera de que se den unas condiciones óptimas para relanzarlo.
¿Podría intentarse en 2018? A priori, el escenario no es el mejor. Es año de elecciones presidenciales en Brasil, con la consecuente inestabilidad que eso puede generar en el mercado, y Neoenergía debería auditar de nuevo sus cuentas antes de emitir un nuevo prospecto.
Navarro se muestra positivo respecto a un nuevo intento. “Al final, para una compañía como Iberdrola, los dos mercados latinoamericanos de interés por tamaño son México y Brasil. Yo creo que seguirán teniendo interés en que siga creciendo y si encuentran el momento volverán a intentarlo”, remata. Consultado por esta posibilidad, la eléctrica que preside Ignacio Sánchez Galán ha preferido no hacer comentarios.