El BBVA se ha cansado de perder dinero con sus activos inmobiliarios y ha empezado a mover sus fichas para que esta actividad deje de afectar negativamente a sus cuentas consolidadas.
Fueron 7.500 millones de euros de pérdidas los que, desde 2012, detrajo la gestión inmobiliaria a la actividad en España del banco, y el equipo dirigido por Carlos Torres Vila, como consejero delegado, ha decidido que el ‘agujero’ no vaya a más.
Tras las pérdidas de 281 millones de euros registradas hasta septiembre por la gestión de estos activos, se espera que los aproximadamente 330 millones negativos al cierre del ejercicio 2017 sean prácticamente los últimos o, si quedan, reducidos a una cantidad poco significativa.
Primero, el traspaso a Cerberus
A lo largo de 2018, la exposición al sector inmobiliario del BBVA se verá muy mermada, con el cierre de la venta al fondo Cerberus del 80% de su activos tóxicos inmobiliarios y las salidas del accionariado de la socimi Merlin y de la promotora Metrovacesa.
El gran paso lo daba el banco presidido por Francisco González el pasado mes de noviembre, cuando anunciaba el traspaso de activos al fondo Cerberus, por un importe inicial de 4.000 millones de euros, que se quedarán reducidos a unos 3.000 millones cuando la operación quede definitivamente cerrada en la segunda mitad de 2018 y se reduzcan del monto inicial las desinversiones realizadas hasta entonces.
Ahora, la salida de Merlin
Y, solo un día después de anunciar el acuerdo con Cerberus, el 30 de noviembre el BBVA iniciaba su salida de Merlin, ya sin la cortapisa que suponían los seis meses de no disposición de 30,27 millones de acciones tras su entrada en la socimi en el marco de la escisión de Metrovacesa, a finales de octubre de 2016.
Un 6,444% de Merlin, valorado entonces en 303 millones de euros, que el BBVA ha dejado, de momento, reducido a apenas el 2,2%, con un valor de mercado de 117 millones de euros.
Merma su presencia en la socimi al 2,19%
Inicialmente, en octubre de 2016, el banco repartía su participación en la socimi con un 5% directo y el 1,444% restante a través de sus filiales inmobiliarias BBVA Propiedad y Anida Operaciones Singulares.
Ahora, tras las dos ventas acometidas en el mercado -el 30 de noviembre y el 18 de diciembre-, la presencia directa del BBVA en Merlin ha caído al 0,819%, mientras que la indirecta se aglutina en su totalidad a través de BBVA Propiedad, con ese 1,377% que el banco no ha tocado, de momento. El 0,067% que acreditaba, a través de Anida, se ha diluido completamente.
BBVA se va de Merlin con ingresos de 350 millones
Desde el punto de vista contable, los casi 20 millones de acciones de Merlin vendidas han supuesto para el BBVA ingresos superiores a 224 millones de euros, que se elevarían por encima de 340 millones si la dilución del banco en la socimi fuera total, de desprenderse de los 10,3 millones de acciones que todavía atesora, como es su intención.
“La participación en Merlin sigue estando disponible para la venta y nuestra intención continúa siendo la de vender si las condiciones del mercado son favorables”, apuntan a EL ESPAÑOL fuentes próximas al banco. El ingreso total de su paso por Merlin ascendería a 350 millones si se suman las desinversiones a los 9,7 millones percibidos en los tres dividendos repartidos por la socimi entre octubre de 2016 y octubre de 2017.
Santander y BBVA echan cuentas con Metrovacesa
La tercera pata en este proceso de liquidación del BBVA de sus negocios inmobiliarios tendrá lugar entre enero y febrero de 2018, cuando se acometa la salida a bolsa el negocio promotor de Metrovacesa. Lo que quedó en la histórica inmobiliaria tras la transmisión de sus activos en renta, tanto a Merlin como a Testa Residencial, realizada en octubre de 2016.
Este martes se daba el primer paso para acometer esta operación, con la aprobación, por la junta de accionistas, de tres cuestiones claves: la solicitud para que la inmobiliaria vuelva a cotizar, la realización de una oferta de venta de acciones, y un ‘contrasplit’ para agrupar acciones en la proporción de un título nuevo por cada 45 existentes. El Banco Santander, ya con la participación del Popular, suma el 70,5% de Metrovacesa, y el BBVA ostenta el 29,5% restante.
La inmobiliaria retorna al parqué en su centenario
El retorno al parqué de Metrovacesa coincidirá con el centenario de su nacimiento en 1918 y 5 años después de que los mismos bancos que, en mayo de 2013, excluyeron a la inmobiliaria de cotización, consideren ahora que, ante el apetito de los inversores internacionales por capitalizar el futuro de la promoción inmobiliaria -como ha quedado demostrado con las salidas a bolsa de Neinor y Aedas-, es el momento adecuado para hacer caja.
Entonces, tanto Santander como BBVA, y el resto de bancos que figuraban en su accionariado -y que ya han desaparecido-, buscaron ahorrar los costes que supone mantener una empresa cotizando y evitar la alta penalización del mercado al sector inmobiliario tras el estallido de la burbuja. El 13 de mayo de 2013, el última día que cotizó, Metrovacesa cerraba a un precio de 2,26 euros por acción, con una capitalización de 2.233 millones de euros.
Ahora, el valor de los activos de la nueva Metrovacesa -una vez que Santander y BBVA aporten suelos valorados en casi 317 millones de euros- rondaría los 3.000 millones, con unos 7 millones de metros cuadrados edificables donde levantar cerca de 45.000 viviendas. Según ha podido comprobar EL ESPAÑOL en el Registro Mercantil, Metrovacesa inscribía esta ampliación de capital, mediante la aportación de esos suelos, el pasado 4 de diciembre.
Buena parte de estos terrenos, según la intención de la inmobiliaria que dirige Jorge Pérez de Leza, serían vendidos a otros actores interesados, quedándose la promotora con suelo para construir unas 30.000 viviendas hasta 2022, a una media anual de unas 4.500.
BBVA maneja ingresar 400 millones por Metrovacesa
A partir de aquí, todo pasa por concretar el descuento que se aplique sobre el valor neto de los activos y el porcentaje del capital que los dos bancos ofrezcan a los inversores. Dando por bueno un descuento del 15%, Metrovacesa saldría a Bolsa con una capitalización de unos 2.600 millones. Un monto que, para el casi 30% del BBVA, rozaría los 800 millones de euros.
De momento, no será esa cantidad la que ingrese el banco presidido por Francisco González, ya que la salida a bolsa, a falta de determinar, estaría en torno al 50% del capital de la promotora inmobiliaria. Porcentaje que llevaría al BBVA a desprenderse del 15% de Metrovacesa, para ingresar unos 400 millones, y mantener una participación similar por el mismo importe.