"Las reglas de la Unión Europea (UE) en materia de ayudas de Estado permiten únicamente favorecer la competitividad y la eficiencia de la siderurgia a largo plazo, pero no autorizan el apoyo a fabricantes en dificultades financieras", señaló la CE en un comunicado.
La decisión del Ejecutivo comunitario "no tiene incidencia sobre la aplicación de medidas medioambientales esenciales para luchar contra la contaminación en las instalaciones de Ilva en Tarente, en el sur de Italia, y tampoco influye en el proceso de venta de activos de la compañía, que la Comisión analiza separadamente, añadió la CE.
La comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, señaló que "la mejor garantía de un futuro duradero para la producción de acero en la región de Tarente es la venta de activos de Ilva en condiciones de mercado".
"Como demuestra el proceso de venta dirigido por el Gobierno italiano, varios compradores potenciales estaban dispuestos a invertir en el futuro de Ilva y a modernizar la planta desde el respeto a las normas medioambientales", agregó Vestager.