Hace apenas una semana, la Cámara de Representantes de Estados Unidos daba al presidente Donald Trump una gran victoria: la deseada aprobación a su reforma fiscal. Se trata de la mayor revisión del código tributario en tres décadas y supone un recorte de los impuestos a las empresas y a los ricos, además de una desgravación fiscal mixta y temporal para los demás contribuyentes.
El sector energético anticipaba un efecto positivo ante este cambio legislativo e Iberdrola ya ha hecho sus primeras cuentas: la reforma dará lugar a un ingreso no recurrente en los estados financieros consolidados de 2017 de 1.200 millones de euros después de impuestos.
Así lo ha asegurado la energética que preside Ignacio Sánchez Galán en un hecho relevante enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) este jueves. El importe será resultado del ajuste en diversas partidas contables y el monto es preliminar, señala la eléctrica.
"Se espera que dicho ingreso no altere significativamente el beneficio neto consolidado del presente ejercicio, ya que su impacto será compensado mediante la aplicación de diversas medidas de gestión relacionadas con la optimización del perfil de negocio del grupo", señala la empresa en el hecho relevante. En concreto, el grupo prevé aplicar estas medidas para mejorar los resultados consolidados en los próximos ejercicios y que incida sobre el valor final contable del negocio de Brasil "una vez realizada la ampliación de capital en Neoenergía tras la reciente suspensión del proceso de su salida a Bolsa".
Entre las medidas de gestión a las que podría aplicar este ingreso "destacan posibles correcciones en los valores contables como consecuencia de la salida o discontinuación de diversos negocios (almacenamiento de gas, ingeniería y otros), así como planes de mejora de la eficiencia operativa", indica.
La eléctrica añade que todavía están analizando la información y que darán más detalles cuando comuniquen los resultados del grupo para este ejercicio el próximo mes de febrero.