En concreto, la infracción cometida por ING se refiere al incumplimiento del deber de veracidad informativa debida a sus socios, a los depositantes, prestamistas y al público en general, siempre que, por el número de afectados o por la importancia de la información, tal incumplimiento pueda estimarse como especialmente relevante.
Fuentes oficiales de ING han explicado a Europa Press que, como el resto de entidades financieras, el banco solicita regularmente informes a la Central de Información de Riesgos del Banco de España (CIRBE) para la contratación de determinados productos de crédito, con la autorización del cliente.
Como consecuencia de un error técnico de "difícil detección", este proceso de solicitud de informes lanzó peticiones de información automáticas de clientes que habían solicitado alguno de estos productos con anterioridad.
ING asegura no haber obtenido "beneficio alguno" con estas peticiones y niega que sus clientes hayan resultado perjudicados por el error.
En cualquier caso, la entidad informa de que estos procesos automáticos quedaron corregidos inmediatamente y subraya que tanto la transparencia como la colaboración con el Banco de España han sido "absolutas" en todo momento.