Las rebajas siempre son un reclamo para comprar, pero lo cierto es que cada vez tienen menos fuerza. Eso sí, solo en lo que a tienda física se refiere. Las razones, la liberalización del periodo de rebajas y el auge del comercio electrónico y sus propios descuentos, como el Black Friday.
El pasado domingo quedaron inauguradas las rebajas de invierno, aunque algunas cadenas como Mango, H&M o Cortefiel decidieron adelantarlas a los primeros días de enero. Otras como El Corte Inglés e Inditex prefirieron conservar la tradición y esperar hasta el día 7, aunque las iniciaron online durante la noche del 6. Lejos quedaron las imágenes de grandísimas colas esperando a la apertura de las tiendas. Ahora, los descuentos se pueden aprovechar bien antes, bien desde casa.
No obstante, es un cambio que no afecta por igual a todo el comercio. El pequeño sale perdiendo. En este sentido, desde la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (ANGED) esperan un crecimiento de la facturación en la campaña de rebajas de entre el 5% y el 8%, obtenido sobre todo a través de la venta de productos de equipamiento personal, como moda y textil. "Como en años anteriores, se esperan descuentos, según tipo de productos de entre el 30% y el 70%", explican desde la asociación a este periódico.
Pierden los pequeños
¿Afecta a los grandes la liberalización del periodo de rebajas o el auge del comercio electrónico? "El adelanto de las rebajas, tanto en Internet como en las tiendas físicas, o el impacto de grandes eventos comerciales como el Black Friday, son fenómenos que se han consolidado ya en el consumo en España durante los últimos años", apunta ANGED, que no lo ve negativo: "El consumidor utiliza indistintamente los canales de compra online y offline, cada vez más integrados", aseguran. En este sentido, para Inditex o El Corte Inglés es indiferente que se compre más online, porque ellos ya están ahí y es un ámbito en el que están compitiendo contra gigantes como Amazon.
Las rebajas, dicen desde la asociación, siguen teniendo un "gran interés comercial", tanto para las empresas como para los consumidores. En el caso de los comercios, son un periodo "muy importante" para liquidar el stock de final de temporada.
Sí que surgen -cada vez más- las voces contra los descuentos constantes porque es una "solución cortoplacista". "Si se quiere un comercio de calidad, no se puede seguir con la política de descuentos durante todo el año porque afecta a los márgenes, ya muy pequeños, y se convierte en una situación insostenible", explica a este periódico Eduardo Zamácola, el presidente de Acotex, la patronal del textil. El perdedor, no obstante, es el pequeño comercio, que no tiene presencia online y tampoco puede adelantar demasiado los periodos de descuentos.
En este sentido, la opinión de la Confederación Española de Comercio (CEC) se parece poco a la de ANGED. La menor afluencia a la tienda física y la liberalización del periodos de rebajas sí que afecta al pequeño comercio. Ellos sí que cargan contra los descuentos anticipados. "Estas promociones adelantadas, que los propios comercios califican como rebajas, afectan al concepto original de las rebajas", dice la CEC. En palabras de su presidente, Manuel García-Izquierdo, “si los consumidores adelantan sus compras ya desde diciembre, tendrán menos poder adquisitivo de cara a Reyes y a las rebajas de invierno”.
Por eso desde la Confederación piden a la Administración pública la necesidad de “establecer un período de rebajas perfectamente definido”, como sucedía hasta julio de 2012. Con ello, afirman, se garantizaría "una mejor promoción" de las mismas y se pondría fin a la "desorientación del consumidor", que ya no tiene claro en qué período es mejor hacer sus compras.
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