El grupo pilotado por Josu Jon Imaz dijo que el interés de CVC, que avanzaba el miércoles el diario Expansión y anteriormente se había rumoreado en medios digitales, aún no se ha plasmado en nada concreto.
"En relación con esa expresión de interés en fase preliminar, no existe acuerdo suscrito, ni se ha contratado asesoramiento jurídico o financiero, ni se ha tomado decisión alguna al respecto por parte del Consejo de Administración".
La participación del 20 por ciento en Gas Natural no tiene carácter estratégico para Repsol, que en 2016 vendió un 10 por ciento de la gasista al fondo de infraestructuras GIP.
En esa misma operación, Caixa también vendió un 10 por ciento del grupo gasista. El grupo financiero español es también accionista de Repsol con un 9,8 por ciento.
La lectura de los analistas de una eventual operación con CVC es positiva porque Repsol podría reducir significativamente su deuda, dispondría de recursos para comprar activos que, según fuentes, estarían en el sector de energías renovables o del gas, e incluso podría redundar en una mejora del dividendo.
La petrolera logró el pasado noviembre afianzar el grado de inversión entre las agencias de calificación de crédito después de que Standard & Poor's alejase el rating del bono basura subiéndolo un escalón hasta "BBB". Para conseguirlo tuvo que seguir una dieta de desapalancamiento basada en las desinversiones y el control de gastos en un mercado petrolero de precios bajos.
El bróker Banc Sabadell cree que sería bueno a más largo plazo para Gas Natural porque no ve negativa una mayor influencia de los fondos en la gestión de la gasista, cuyo resultado bruto de explotación sigue cayendo en tasas de doble dígito.
CONTROL DE GAS NATURAL POR FONDOS PODRÍA PREOCUPAR AL GOBIERNO
Sin embargo, la compra de un 20 por ciento de Gas Natural por CVC supondría que, sumando la parte de GIP, los fondos de inversión estarían controlando un 40 por ciento, lo que podría preocupar a las autoridades españolas, según analistas de JPMorgan.
El bróker estadounidense recuerda que Gas Natural suministra más de la mitad del gas natural que se consume en el país. Esto convierte a la empresa presidida por Isidro Fainé en "un actor clave para garantizar la seguridad de suministro, aspecto muy relevante de cara al vencimiento de los principales contratos de suministro de gas con Argelia (desde donde viene la mayor parte del gas natural a España) a principios de la próxima década".
Las acciones de Repsol subían un 0,4 por ciento en un mercado ligeramente bajista, mientras que las de Gas Natural cedían un 0,4 por ciento.