La ‘ruleta rusa’ que devolvería el control de Codere a los Martínez Sampedro
La cláusula de 'buy-sell' del pacto de accionistas, un clásico pacto andorrano, podría devolver el control del coloso del juego a la actual ejecutiva.
11 enero, 2018 01:53Noticias relacionadas
La prevista salida de José Antonio Martínez Sampedro como presidente de Codere en el consejo de este viernes es, salvo sorpresa mayúscula, inevitable. Pero eso no quiere decir que los hermanos Martínez Sampedro vayan a cejar en su empeño de perseguir un plan de negocio que prime las inversiones a los recortes que pretenden los fondos encabezados por Silver Point.
La opción de una junta extraordinaria de accionistas es imprevisible y depende del consenso que se consiga. Ahí se dirimirá si el ‘golpe de Estado’ protagonizado por los fondos refleja la voluntad de los dueños de la compañía, sus accionistas, o si ha sido sólo el fruto de ‘traiciones’ como la de Joseph Zappala, el consejero que, siendo conominado por los Martínez Sampedro, les ha dado la espalda.
Pero existe otra alternativa para que los hermanos puedan recuperar el control de la compañía. Y es que, en el pacto de accionistas al que se llegó con la entrada de los fondos, se incluyó una cláusula para la valoración que, en el sector, se conoce como ‘pacto andorrano’ o ‘ruleta rusa’.
Se trata de un sistema por el cual los Martínez Sampedro pueden fijar, en el plazo de seis meses, un precio para cada acción y ofrecérselo a los fondos. La otra parte tiene la posibilidad de, por el precio propuesto, vender sus acciones o comprar los títulos del primero.
El que reparte y parte
Es un sistema tremendamente objetivo que permite a los fundadores de la multinacional del juego alcanzar un precio justo, bien para permitir la salida a los fondos, bien para garantizar la suya.
En el caso de que los fondos accediesen a vender, los Martínez Sampedro tendrían que tener atados nuevos compañeros de viaje, lo que probablemente implique que las próximas semanas y meses serán muy agitados.
Es todo lo contrario al clásico refrán de que quien reparte y parte se queda con la mejor parte. En este caso, quien corta el pastel es el último en coger el trozo, por lo que le conviene ser justo en el reparto.
José Antonio y Luis Javier Martínez Sampedro abandonarán sus puestos de presidente y vicepresidente, respectivamente, por unas desavenencias en la gestión que se han conocido muy recientemente. El viernes los fondos propondrán como nuevo presidente y consejero delegado a Vicente di Loreto, quien fue máximo responsable en América Latina hasta 2011.
Martínez Sampedro y su hermano Luis Javier controlan el 19,37% de la compañía a través de la patrimonial del primero, Masampe, y de las sociedades Recreativos y M Global Solutions. Codere, una compañía que nació en 1980 con 50 máquinas tragaperras, ha pasado a capitalizar en bolsa por 1.045 millones y tiene buenas perspectivas. El grupo, de hecho, se encontraba en un estado de cierta placidez después de una dura reestructuración que se cerró en 2016 y supuso miles de despidos. Pero todo cambió cuando el consejo rebelde atacó.
En ese órgano de gobierno de la multinacional española del juego se sientan los responsables de Silver Point Finance, Contrarian y Abrams Capital, el grupo de la 'resistencia'.
La composición de este consejo es clave. Los Martínez Sampedro cuentan con tres asientos en el consejo y la capacidad de conominar a un cuarto de acuerdo con los pequeños accionistas. Silver Point, con un 21,6%, es el primer accionista de la compañía y cuenta con dos asientos. El grupo que forman Silver Point, Contrarian (9,9%) y Abrams (8,7%), siempre de la mano, tiene además otro consejero, el asturiano Manuel Martínez Fidalgo. A esos se le suman dos supuestos consejeros independientes pero que juegan en el equipo de los fondos -Norman Sorensen-Valdez, CEO de la gestora de fondos Principal, y Matt Turner, vicepresidente de Guardian Capital-. Por último, tenemos al consejero conominado por los Martínez Sampedro, el millonario exembajador de EEUU en España Joseph Zappala. Nueve en total.
En la reunión del viernes se producirá el cese como presidente ejecutivo de Martínez Sampedro por seis votos a favor y tres en contra.
¿La aritmética? Simple. Los tres fondos unidos suman tres, y se han granjeado no sólo el apoyo de los dos independientes, sino también el del consejero que contribuyeron a elegir los Martínez Sampedro.
Los motivos de la rebelión
El motivo principal del cambio está relacionado, como es habitual, con diferencias de opinión sobre la gestión de la compañía. Pero lo que hace diferente este caso a otros es que, hasta ahora, la sintonía en los consejos era absoluta.
Mientras Martínez Sampedro considera que no hay margen para nuevos recortes y que la compañía tiene que aprovechar su buen momento actual para realizar inversiones de cara a la transformación digital del mundo del juego, los fondos 'rebeldes' tienen una visión de corto plazo y están enfocados únicamente a seguir apretando y recortando costes.
Los rumores en el sector apuntan a que podría estar todo relacionado con la posibilidad de que Codere, junto a Cirsa, que está evaluando opciones, formen parte de una gran operación para crear un coloso del juego. Una operación que tendría sentido estratégico pero un grave problema: la incompatibilidad de Martínez Sampedro y del director general de Cirsa, Joaquim Agut.