La crisis catalana ha tenido una incidencia muy importante en general en el sector y pasó factura, dado que para la hostelería urbana, el último trimestre, y sobre todo a partir de septiembre, es temporada alta, ha agregado.
Escarrer ha señalado a los periodistas, en el marco de la trigésima octava edición de Fitur, que la situación fue desastrosa inmediatamente después del referéndum independentista del 1 de octubre, pero que, posteriormente, a raíz de la aplicación del artículo 155, "mejoró algo" en ciertos sectores como, por ejemplo, el turismo de negocios.
Sin embargo, en determinados segmentos como congresos, convenciones e incentivos, donde hay mucho componente internacional, con clientes procedentes sobre todo de los mercados norteamericano, alemán y británico, "por desgracia, no hay visibilidad", ha lamentado.
Escarrer ha explicado que la planificación de grupos se realiza con varios meses de antelación y "es verdad que hasta que no haya una cierta estabilidad en la zona, no hay visibilidad".
Por el contrario, la incidencia del 'brexit' (la salida del Reino Unidos de la Unión Europea), "gracias a Dios, ha sido mínima", ha recalcado.
De hecho, en 2017, el grupo hotelero mallorquín incrementó el porcentaje del turismo británico en sus establecimientos y, "de momento", no observa nada que les esté afectando, ha indicado.