Telefónica ya fue designado para prestar este servicio en 2017 al quedar desiertos los concursos convocados para renovar estos servicios, y entonces se previó que si estos elementos no eran suprimidos del servicio universal o eran modificados por la normativa nacional o comunitaria, la designación podría extenderse hasta el 31 de diciembre de 2018.
En sendas disposiciones del Ministerio que dirige Álvaro Nadal publicadas hoy por el BOE, se señala que "no habiéndose suprimido ni modificado por la normativa nacional ni comunitaria el alcance del elemento del servicio universal de telecomunicaciones" relativo a ambos servicios, se considera necesario extender, hasta el 31 de diciembre de 2018, la designación de Telefónica de España como operador encargado de su prestación".
En ambos casos, la orden tiene efecto desde el 1 de enero de 2018.
Según fuentes del sector, en España hay unas 18.000 cabinas que dan servicio a los usuarios las 24 horas del día y los 365 días del año.
Las ciudades españolas que más cabinas tienen son Madrid (1.000 teléfonos aproximadamente); Barcelona (unos 500), y Las Palmas de Gran Canarias (unos 400).
En 2011 el Real Decreto de las telecomunicaciones mantenía los teléfonos de uso público en los municipios más pequeños, pasando a atender con una cabina los de más de 1.000 habitantes con una exigencia de un teléfono más por cada 3.000 habitantes.
El número máximo de teléfonos en la vía pública fue 55.000 en 1999 y durante los últimos años ha disminuido el número de cabinas a razón de 5.000 por año.
La demanda del servicio de cabinas se ha reducido dramáticamente, por la penetración de la telefonía móvil en todos los segmentos de la sociedad y la extraordinaria cobertura móvil y, de acuerdo con las fuentes del sector, alrededor de la mitad de las cabinas no cursan ni una sola llamada.
Las cabinas de la vía pública cursan unas 750.000 llamadas al mes, 41 llamadas por teléfono y mes o 1,37 llamadas por teléfono y día.
La escasa demanda encarece notablemente los costes de prestación del servicio de cabinas, según las fuentes, que destacan que otros países de nuestro entorno como Francia y Bélgica ya han procedido a eliminar la obligación de proveer el servicio de cabinas en el marco del servicio universal, incluso con niveles de utilización superiores a los existentes en España.