A sus 49 años, Sandra Ortega Mera -la segunda persona más rica de España, solo por detrás de su padre, Amancio Ortega, con una fortuna de 6.000 millones de euros- intenta cada año derivar hacia inversiones productivas los 100 millones de euros que recibe en dividendos del grupo Inditex por el 5,05% que ostenta.
Y, siguiendo los pasos de su progenitor, las inversiones inmobiliarias tienen cada vez mayor peso en su cartera patrimonial, controlada a través de la matriz Rosp Corunna. Un valor refugio para equilibrar, por ejemplo, las minusvalías latentes que está teniendo en otras participaciones financieras, como PharmaMar.
Minusvalías latentes del 58% en PharmaMar
La empresa de investigación oncológica presidida por José María Fernández Sousa en la que Sandra Ortega ha aguantado sin inmutarse, como principal accionista, con el 5% que ostenta desde la fusión por absorción de Zeltia llevada a cabo en noviembre de 2015. Y ello a pesar de las minusvalías latentes del 58% que acumula.
Cotizaba entonces PharmaMar por encima de los 4 euros y lo hace ahora en mínimos históricos -como los 1,7 euros que marcaba el pasado viernes 19 de enero-, básicamente por los reveses recibidos a la comercialización de algunos de sus principales medicamentos contra el cáncer. Los 45 millones que valía la participación de Sandra Ortega en la empresa oncológica han quedado reducidos a menos de 20.
Crecimiento anual de los activos inmobiliarios
Como alternativa a estas inversiones bursátiles, la cartera de activos inmobiliarios de Sandra Ortega no para de crecer cada año con nuevas inversiones, a través de la filial Ferrado Inmuebles. Se trata de la otra gran pata de su patrimonio, junto a la principal -Rosp Corunna Participaciones Empresariales-, de la que cuelgan las dos grandes participaciones en Inditex y PharmaMar.
Mientras que resulta fácil realizar el seguimiento de estas dos empresas cotizadas a través de los informes trimestrales comunicados a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), no lo son tanto los movimientos realizados por Ferrado Inmuebles.
Cada año hay que esperar a que se publiquen sus cuentas en el Registro Mercantil para conocer por dónde van los tiros. Las de 2016, consultadas por EL ESPAÑOL, daban cuenta de un incremento de casi un 50% de los activos inmobiliarios, hasta contabilizar 457 millones de euros. La razón principal de que en ese ejercicio Ferrado Inmuebles volviera a dar pérdidas 3 años después, cuantificadas en 1,25 millones de euros.
Entrada a lo grande en Alemania
Sandra Mera basaba este aumento del activo en unas inversiones inmobiliarias que casi se triplicaban, de 35 a 125 millones. Básicamente por la compra de un inmueble para el alquiler de oficinas en Stuttgart (Alemania). Edificio con un valor contable de 90 millones para cuya compra Ferrado firmaba, en julio de 2016, un préstamo hipotecario de 45 millones de euros con la entidad germana DG HYP Inmobilienzentrum Stuttgart, cuyo vencimiento único se fijaba para el 30 de junio de 2023. Con la firma de este préstamo, Ferrado Inmuebles elevaba su endeudamiento financiero a 226 millones de euros.
Al igual que hace su padre con Pontegadea, también Sandra Ortega tiene en Estados Unidos uno de los mercados principales hacia el que dirigir sus inversiones.
Estados Unidos, mercado principal
El patrimonio que en este país había consolidado su madre, Rosalía Mera, lo ha mantenido e incrementado la primogénita de Amancio Ortega. A las sociedades Ferrado US, Ferrado Garden Court, Ferrado Lido y Ferrado Hollywood, Sandra Mera sumaba hace un año otra empresa inmobiliaria, en la que realizaba un desembolso inicial de casi 30 millones de euros.
Junto a estos 4 filiales estadounidenses, Bétula Investments es la principal sociedad que cuelga del negocio inmobiliario de Ferrado en España. Es también la que más valor tiene, más de 147 millones de euros, y la que más beneficios aportaba en el ejercicio 2016, con casi 1,34 millones de euros. Básicamente provenientes de las rentas obtenidas en cuatro inmuebles, tres locales comerciales en Madrid, Vigo y Zaragoza y un hotel de Barcelona, que en 2016 sumaron 1,57 millones de ingresos.
Del perímetro de Ferrado desaparecía en 2016 el 60% de la participación de Prime Knightsbridge Investments, la empresa que controlaba el lujoso hotel Bulgari en la zona más exclusiva de Londres.
La desinversión, llevada a cabo en 2015, se tradujo en un beneficio para el brazo inmobiliario de Sandra Ortega de casi 29 millones de euros, que se unía a los 24 millones percibidos como dividendo en 2014.