Ambas partes han respondido así al "esfuerzo adicional" reclamado por el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, que se ha reunido con miembros de la dirección y del comité de empresa, después de la decisión de la multinacional de suspender la fabricación del nuevo Corsa y bloquear futuras inversiones, tras la ruptura de la negociación del convenio colectivo.

A las cinco de la tarde ha comenzado la reunión entre el Gobierno de Aragón y los miembros del comité de empresa en la sede del Ejecutivo, a la que se ha sumado una hora después el director general de Opel España y de la planta zaragozana, Antonio Cobo, junto al director de Recursos Humanos, Carlos Iglesias.

Después de este encuentro, que ha durado hora y media, el director general de PSA-Opel, Antonio Cobo, ha explicado que han accedido a la petición del Gobierno y han aceptado tratar los cinco puntos reclamados por los sindicatos, para cerrar "un acuerdo para un convenio competitivo".

"A partir de mañana reanudaremos y participaremos en las discusiones y en la negociación", ha comentado Cobo, quien ha añadido que es "responsabilidad" de ambas partes garantizar el futuro de la planta.

En este sentido, ha indicado que Opel necesita volver "lo antes posible" a la rentabilidad, puesto que la multinacional sólo invertirá en aquellas plantas que sean rentables y competitivas.

"Ese es el único camino para garantizar los puestos de trabajo y el futuro", ha comentado Cobo, quien ha recordado que, a pesar de esta urgencia, ambas partes -dirección y comité de empresa- no han alcanzado "en plazo" un acuerdo sobre el convenio colectivo.

En el caso de que se lograse un acuerdo en este plazo, Cobo no ha aclarado si la dirección de la compañía cambiaría su decisión de retirar la fabricación del nuevo Corsa y paralizar las inversiones, ya que, ha dicho, no depende de la dirección de la planta, si bien, ha urgido a negociar con celeridad.

"Es una situación difícil, en la que se están tomando decisiones y necesitamos movernos rápidos", ha precisado Cobo, quien ha señalado que la voluntad de la dirección es máxima.

En representación de los trabajadores, la presidenta del Comité de Empresa, Sara Martín, ha apuntado que en el receso de la reunión el comité ha aprobado por "unanimidad" establecer de nuevo la mesa de negociación, con unas conversaciones que podrían alargarse durante todo el fin de semana.

Unas conversaciones en las que se tratarían los cinco puntos que exigían los sindicatos: los contratos para los nacidos en 1957, contratación o vuelta para los 170 trabajadores que se han ido o se van a ir al paro, el plan de rejuvenecimiento para 1.577 empleados, la inclusión de los niveles 6 y 7 (mandos intermedios) en el convenio y el Plan Industrial.

La consejera de Economía, Marta Gastón, quien ha asistido a la reunión, ha mostrado en primer lugar la "preocupación" del Ejecutivo por la "envergadura" de la situación y ha agradecido a la dirección y al comité de empresa que hayan aceptado "de inmediato" la petición del Gobierno, que se ha sentido "legitimado" para sentar a ambas partes a negociar.

A este respecto, ha aclarado que el papel del Gobierno en este asunto, y de su presidente, que ha tomado las "riendas" para intentar buscar una solución, es "institucional", sin que la intención sea en ningún caso "posicionarse" de un lado o de otro.

"El presidente les ha ofrecido todo el apoyo que pudieran necesitar, en este tratamiento de los cinco puntos planteados por los sindicatos", ha dicho.

El encuentro entre las tres partes, que ha durado en torno a una hora y cuarto, se ha sucedido después de la reunión de esta mañana entre el Gobierno de Aragón y la dirección de la compañía, en la que Lambán ha pedido al número dos de PSA, Rémi Girardon, y a Antonio Cobo que se sienten a dialogar con el comité de empresa.

Esta mañana, cerca de 3.000 trabajadores de los turnos de mañana y central se han concentrado en la pausa del bocadillo como primera medida de protesta tras el anuncio de ayer de la dirección, durante la que se han podido escuchar gritos y abucheos contra Cobo y aplausos y consignas como "sí se puede o dignidad".