Los cerebros de las renovables de Isolux abandonaran la compañía en los próximos días. Se salvarán del concurso de acreedores, del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) y pasarán a formar parte de una nueva compañía que asumirá sus contratos. Se trata de Eurofinsa, una ingeniería española que acaba de cerrar la compra de su unidad.
Según ha podido saber EL ESPAÑOL el acuerdo se firmaba el pasado jueves por la noche. Una operación que se ha llevado en el mayor de los sigilos, y de la que no han trascendido cifras. Fuentes conocedoras de la operación explican que se trata de la adquisición del ‘know how’ que Isolux tiene en energías renovables, especialmente en solar y eólica.
En total, 15 personas que dejarán Isolux rumbo a la ingeniería que lidera Mauricio Moisés Toledano. Por ahora no se contempla la transacción de ningún otro activo, ni de ningún proyecto; aunque en este momento todo puede ocurrir dado que el administrador concursal busca vender la mayor parte de las unidades productivas para intentar minimizar el impacto de la caída de Isolux.
Nuevo rumbo a Eurofinsa
Al parecer, el interés de Toledano por esta adquisición era máximo. Según explican fuentes conocedoras de la situación, busca adentrarse en el sector renovable; especialmente en Latinoamérica, donde Isolux tiene mucha experiencia. Tanto es así que la califican como “estratégica”. Les permite intervenir en toda la cadena de valor del sector: desde el estudio al diseño pasando por la construcción y la gestión de infraestructuras energéticas renovables.
Eurofinsa es una empresa de ingeniería que se dedica al desarrollo de obras públicas y proyectos de equipamiento llave en mano. Su característica principal es que es capaz de “ofrecer paquetes financieros a medio y largo plazo, utilizando fuentes de financiación procedente de acuerdos bilaterales entre los países exportadores y compradores; además de financiación privada”, según destaca su memoria anual.
La mayor parte de su negocio está en el exterior; especialmente en Iberoamérica, Oriente Medio y África. Su cifra de negocio es de cerca de 450 millones de euros, según las últimas cuentas presentadas en el Registro Mercantil; donde figura un beneficio neto de 11,3 millones de euros. Una cifra que contrasta con los algo más de seis millones de euros que perdía el grupo un año antes.
Otras ofertas
Se trata de la segunda operación de venta relacionada con las unidades productivas de Isolux que se conoce. La primera fue la adquisición por parte de Federico Ávila, el ex consejero delegado, de parte de los activos y proyectos en España. Una operación que está pendiente de aceptación por parte del juzgado, y de la que se espera conocer detalles en los próximos días.
Los acuerdos llegan con cuentagotas y el tiempo corre en contra de Isolux, ya que buena parte de los proyectos que tiene en cartera en este momento son con administraciones públicas. La falta acuciante de tesorería complica su buena marcha, lo que está provocando que muchos contratos se vean en riesgo.
De hecho, según la prensa colombiana, el Gobierno de Santos estaría analizando rescindir el contrato para la construcción de la Usina Térmica de Río Turbio y que lleva dos años paralizada, por lo que existe la intención de volver a sacar el proyecto a licitación en los próximos meses. Una situación que -explican fuentes conocedoras de la situación interna de Isolux- ya se ha dado en algunos proyectos, y que podría repetirse en el futuro.